jueves, agosto 31, 2006

LATINOAMERICA ¿EL NUEVO BASURERO DE ARROZ TRANSGÉNICO?

RALLT


Desde hace algunos días se ha generado un gran escándalo en torno a un nuevo caso de contaminación genética. Esta vez se trata arroz de origen estadounidense, que ha sido contaminado con una variedad transgénica no aprobada en los Estados Unidos (LL601). A consecuencia de esto, la Comisión Europea y Japón han decidido suspender todas las importaciones de arroz procedente de EE UU.

Este caso nos da algunos elementos para la reflexión.

En primer lugar podemos constatar una vez más, que la tecnología de la ingeniería genética es incontrolable a pesar de todos los argumentos que utilizan los defensores de la industria biotecnológica.

En segundo lugar pone en evidencia el servilismo de muchos de los gobernantes latinoamericanos a los intereses económicos de los Estados Unidos.

Richard Bell, Secretario de Agricultura del Estado de Arkansas en Estados Unidos, reconoce que varios países en América Latina no han objetado ninguna importación de arroz proveniente de Estados Unidos, a pesar de que está contaminado con el arroz transgénico LL601.

“Yo no conozco que haya ninguna objeción de México o Haití, que son importantes importadores de arroz de grano largo. Tampoco conozco ninguna queja de Centro América”, dijo el en una entrevista concedida a Farm Press.

Esto, a pesar de que casi todas las evaluaciones que se han hecho, han resultado positivas para LL601. “No conozco de ninguna variedad de arroz que no esté contaminada” añadió Bell. El reconoció que la contaminación está muy esparcida y que es muy posible que aparezca de nuevo.

Es importante recordar en este punto, que varios países de América Latina, incluyendo México y Perú, se opusieron en la última reunión del Protocolo de Cartagena (que tuvo lugar en Curitiba en marzo de este año, que regula el movimiento transfronterizo de organismos genéticamente modificados), a que las importaciones de granos incluyan información que diga si esa carga contiene o no organismos genéticamente modificados.

Esta fue una clara sumisión a las órdenes de Estados Unidos, pues estos países no son grandes exportadores de granos. Al contrario, son importantes importadores de arroz, maíz y soya estadounidense, y en esa reunión internacional, en lugar de velar por el bienestar de sus ciudadanos, que en última instancia son los que van a consumir el arroz contaminado, están defendiendo los intereses de los grandes cárteles de granos, en este caso de empresas como Riceland, la más grande productora y comercializadora de arroz en el mundo.

De hecho, México es el principal importador de arroz de los Estados Unidos: anualmente importa alrededor de 752 mil toneladas de arroz. Debido a los altos subsidios agrícolas, el arroz estadounidense es más barato, por lo que es preferido por la población de menores ingresos.

Un tercer punto es la falta de confiabilidad al sistema regulatorio de Estados Unidos

La contaminación fue encontrada en Riceland, en el Estado de Arkansas, de donde se produce y comercializa una tercera parte del arroz estadounidense, y la mayora productora y comercializadora de arroz a nivel mundial. En mayo la empresa Riceland hizo evaluaciones genéticas y encontró contaminación a niveles significativos, de manera dispersa y al azar.

El arroz LL601 fue desarrollado por la empresa alemana Bayer CropScience y fue manipulado para que sea resistente a herbicidas. La contaminación fue detectada en el mes de enero de este año. La empresa notificó de manera oficial al gobierno de EE UU recién el 31 de julio del 2006. Y la administración Bush se tomó otros 18 días para informar a sus importadores, a través de una conferencia de prensa. Pero es posible que la contaminación haya estado presente desde hace mucho tiempo antes.

Finalmente debemos reflexionar en el hecho de que varios países de la región han firmado acuerdos de libre comercio que les obligará a incrementar, entre otras, sus importaciones de arroz estadounidense. Es obvio pensar que si los más grandes importadores de arroz lo están rechazando, este será vendido a países como los latinoamericanos que no oponen ninguna resistencia al hecho de que están importando arroz contaminado, y que además tienen cuotas que cumplir a través de los compromisos adquiridos en los TLCs.

Otra vía de entrada del arroz contaminado pueden a través de programas de ayuda alimentaria. Por ejemplo, dentro del Programa Food for Progress para el 2006, Nicaragua recibió ayuda alimentaria en base a arroz (al igual que varios países africanos y asiáticos).

Esto nos convertirá en el basurero del arroz que los países ricos y opulentos del mundo no quieren aceptar.

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LA INGENIERÍA GENÉTICA LE HACE MAL AL AMBIENTE Y AL BOLSILLO

Por Anuradha Mittal (*)


OAKLAND, Agosto 2006 (IPS) El sitio web de Monsanto se jacta de que en el 2005 se cumplió una década de cultivo comercial de variedades biotécnicas y alardea de que esa "ansiosa adopción" de tecnología en la agricultura resultó "en la plantación y cosecha en ese período de mil millones de acres de especies vegetales modificadas genéticamente".

Asimismo, esa gran empresa agroindustrial celebra "los beneficios que la tecnología trae a los agricultores, el incremento en el rendimiento de las cosechas, la capacidad para reducir el uso de productos químicos en la agricultura, la oportunidad de una transición hacia prácticas agrícolas más amistosas con el ambiente y, al mismo tiempo, ahorros y ganancias monetarias."

Esas afirmaciones de Monsanto concuerdan con la actividad de relaciones públicas de la agroindustria tendiente a evitar el debate sobre el tema mediante la creación de una falsa sensación de necesidad de los productos modificados genéticamente. Los argumentos clave utilizados en este blitz publicitario pro-industria recurren a motivaciones ecológicas- "la biotécnica creará un mundo libre de pesticidas", pero también afirman que "debemos aceptar la ingeniería genética para incrementar los rendimientos, reducir los costos y mejorar los medios de vida de los agricultores."

Sin embargo, la realidad que surge de los campos reduce esas aseveraciones a la categoría de falsas sugerencias. Un reciente estudio, el primero que examina el impacto económico a largo plazo del algodón Bt (modificado genéticamente), realizado por investigadores de la Cornell University, concluyó que los cultivadores chinos de algodón, que estuvieron entre los primeros agricultores del mundo en plantar algodón Bt al que se le habían insertado genes del Bacillus Thuringiensis para producir toxinas letales para los gusanos del algodón y el maíz, han visto desaparecer sus utilidades.

El estudio realizado sobre 481 agricultores chinos de las cinco principales provincias productoras de algodón halló que después de siete años de cultivos tuvieron que rociar sus plantas más de 20 veces por temporada para enfrentar a insectos secundarios, lo que causó que sus ingresos fueran en promedio un 8 por ciento menos que los de quienes plantaron algodón convencional, dado que, además, la semilla Bt cuesta el triple que la semilla convencional. Los investigadores subrayaron que esta situación podría resultar aún peor en países en los que el algodón Bt es cultivado extensamente.

Uno de los investigadores autores de este estudio, el profesor Per Pinstrup-Andersen, ex director general del International Food Policy Research Institute, de Washington D.C., sin embargo, exhortó a investigadores y gobiernos a emprender acciones correctivas antes de que los agricultores dejen de usar el algodón Bt. Según Pinstrup-Andersen "el algodón Bt puede ayudar a reducir la pobreza y los problemas de la desnutrición en los países en desarrollo si es utilizado adecuadamente."

Pero sería mejor que el profesor Pinstrup-Andersen exhortara a los investigadores a estudiar la cosecha de agricultores suicidas en India. Entre el 1 de junio de 2005 y agosto de 2006, unos 700 pequeños agricultores de Vidarbha, en la región de Maharastra, se suicidaron para escapar al endeudamiento.

En tanto que el algodón Bt continúa forcejeando para lograr la aceptación pública, también prosiguen las fatigas de los agricultores indios. Devastados por la peste del gusano del algodón y el maíz, los cultivos de Bt han sido además atacados por "Lalya" o "reddening", una enfermedad nunca vista antes que afectó al Bt más que a la cosecha de algodón convencional, lo que motivó que el 60 por ciento de los agricultores de Maharashtra no pudieron recuperar los costos de su primera cosecha de algodón genéticamente modificado. Algunos estudios muestran que esos agricultores están gastando 136,26 dólares por acre en comparación con los 11,60 dólares que gastan cuando plantan algodón convencional, dado que el algodón Bt necesita ser rociado con más insecticidas suplementarios.

Este fracaso del algodón Bt motivó que el GEAC, el organismo del gobierno central de India a cargo de aprobar el uso de la ingeniería genética, prohibió la utilización de variedades de plantas modificadas genéticamente Mech 12, Mech 184 y Mech 162 en Andhra Pradesh, mientras que la Mech 12 fue prohibida en todo el Sur de la India. El gobierno local del distrito de Warangal, en Andhra Pradesh, reclamó a Monsanto Biotech Ltd. una compensación para los agricultores que habían perdido su cosecha. Asimismo, el gobierno de Andhra Pradesh, respaldado por el gobierno central del país, denunció a Monsanto ante la comisión estatal a cargo del control de prácticas comerciales monopolísticas y restrictivas por haber recargado el precio que cobra a los agricultores por sus semillas. Pese a la evidencia de que los pequeños agricultores han soportado la carga de los problemas causados por el algodón Bt, la industria biotécnica insiste en publicitarlo como el medio para mejorar el nivel de vida de los agricultores pobres y de afirmar la seguridad
alimentaria.

La ingeniería genética y el algodón Bt no revolucionarán las tareas agrícolas en los países en desarrollo ni mejorarán la seguridad alimentaria, sino que eso podrá ser logrado solamente con una nueva economía agrícola basada en el principio de la soberanía alimentaria y de los derechos del agricultor como pieza central del modelo de desarrollo económico de cada país.
(FIN/COPYRIGHT IPS)

(*) Anuradha Mittal, fundadora y directora del Oakland Institute.

martes, agosto 29, 2006

El mito de los biocombustibles. ¡Ahora con transgénicos!


En mayo de 2006, SyngentaSouthAfrica (Pty) Ltd, solicitó permiso para importar a Sudáfrica, su maíz transgénico (evento 3272) para la producción de etanol. Simultáneamente, solicitó su aprobación en EE.UU., la UE y China. Es la primera solicitud para uso comercial de un cultivo alimenticio transgénico no destinado a la alimentación humana ni animal.

(Etanol es un combustible promocionado como “verde” ya que no emite gases “invernaderos;” se llama bioetanol el etanol obtenido de materia vegetal.)

Syngenta espera aprovechar el mercado global de bioetanol, favorecido por los altos precios del petróleo (y el mercado del carbono o “carbontrading” en que un país obtiene “créditos” de actividades que contribuyen a la reducción en (o la asimilación de) las emisiones que causan calentamiento global. Estos créditos pueden canjearse por “polución” permitiendo que se contamine en la misma medida en que se estén “reduciendo” las emisiones). Al mismo tiempo, significa crear nuevos mercados para sus productos transgénicos.

El Centro Africano por la Bioseguridad (African Centre forBiosafety – ACB), argumenta que la producción de bioetanol no es eficiente en términos energéticos y que constituye un riesgo de bioseguridad. El ACB dice que donde Syngenta cultivaría ese maíz es una incógnita. Los Estados Unidos ofrece incentivos financieros a la producción de bioetanol, lo que lo hace lucir competitivo como un aditivo para la gasolina (hasta el 10%). EE.UU. dependerá de su propia producción para satisfacer su demanda y espera que con ello, para el año 2007, su excedente de maíz se reduciría a la mitad de su valor actual. Se estima que 54 millones de toneladas de maíz se destinarían a la producción de etanol (24.6mil millones de litros). EE.UU. produce 33% de la producción mundial de bioetanol derivado de maíz. Brasil es el mayor productor de bioetanol derivado de caña de azúcar. Según el ACB, la industria está presionando al gobierno sudafricano para que cree un marco regulatorio que obligase a la industria petrolera a incorporar etanol en su petróleo y para que reduzca en 30% el impuesto de combustible para la producción de bioetanol.

Señala el ACB, que la producción de etanol a partir de maíz involucra altos costos energéticos en el transporte del grano a la planta procesadora y en la fabricación de los equipos y la infraestructura, y, además, la operación de la planta. Un estudio demostró que refinar los aceites de cultivos como maíz y soya para convertirlos en combustibles utiliza más energía (18%-29%) que la generada por el etanol obtenido (Véase: Pimental y Pastel en el sitio web -aquí). Por cada unidad de energía obtenida del bioetanol, se requieren 6 unidades de energía en cultivar, destilar y transportar el maíz. Además significa utilizar tierras agrícolas no para proveer alimento sino para la producción de etano. En un mundo que reclama la escasez de tierras cultivables para producir comida y en el cual millones mueren de hambre, cabe reflexionar sobre el sentido que tiene cultivar maíz, un cultivo alimenticio de alto valor nutricional, no para producir comida sino para producir combustible.

El evento 3272 se refiere a una manipulación genética para que el maíz sirva como fuente de una encima alpha amilasa utilizada en la conversión de maíz a etanol: en el caso del maíz transgénico 3272, no se requiere de una fuente externa de la encima alpha-amilasa. No obstante, no hay ninguna necesidad de manipular genéticamente el maíz para producir la encima ya que se puede añadir la encima a maíz convencional para producir etanol. Se utilizan sub-productos de este proceso (molinado seco – drygrind) como alimento que, por tanto, pudieran contaminar la cadena alimenticia con maíz 3272, lo que constituiría un riesgo y inaceptable para la salud.

Fuente: Resumido del informe de Mariam Mayet: SouthAfrica, BioethanolandGMOs: A Heady Mixture African Centre forBiosafety (ACB) www.biosafetyafrica.net May 2006

Véase también: Biodiesel: Peor que los combustibles fósiles por GeorgeMonbiot Título original: WorseThanFossil Fuel: www.monbiot.com; ZnetScience; Miércoles 7 Dic. 2005 - Publicado en http://www.zmag.org

Fuente: CENTINELA miembro de RAPAL-VE: transgenicos@movistar.net.ve
TRANSGÉNICOS al día -25 de agosto de 2006 #41

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lunes, agosto 28, 2006


By Jeffrey M. Smith

Spilling the Beans, August 2006

Monsanto was quite happy to recruit young Kirk Azevedo to sell their genetically engineered cotton. Kirk had grown up on a California farm and had worked in several jobs monitoring and testing pesticides and herbicides. Kirk was bright, ambitious, handsome and idealistic - the perfect candidate to project the company's "Save the world through genetic engineering" image.

It was that image, in fact, that convinced Kirk to take the job in 1996. "When I was contacted by the headhunter from Monsanto, I began to study the company, namely the work of their CEO, Robert Shapiro." Kirk was thoroughly impressed with Shapiro’s promise of a golden future through genetically modified (GM) crops. "He described how we would reduce the in-process waste from manufacturing, turn our fields into factories and produce anything from lifesaving drugs to insect-resistant plants. It was fascinating to me." Kirk thought, "Here we go. I can do something to help the world and make it a better place."

He left his job and accepted a position at Monsanto, rising quickly to become the facilitator for GM cotton sales in California and Arizona. He would often repeat Shapiro’s vision to customers, researchers, even fellow employees. After about three months, he visited Monsanto's St. Louis headquarters for the first time for new employee training. There too, he took the opportunity to let his colleagues know how enthusiastic he was about Monsanto’s technology that was going to reduce waste, decrease poverty and help the world. Soon after the meeting, however, his world was shaken.

"A vice president pulled me aside," recalled Kirk. "He told me something like, 'Wait a second. What Robert Shapiro says is one thing. But what we do is something else. We are here to make money. He is the front man who tells a story. We don’t even understand what he is saying.'"

viernes, agosto 25, 2006

Alertan sobre la entrada al país de arroz modificado

Aunque el arroz transgénico Liberty Link, producido por Bayer, aún no ha sido autorizado por las autoridades sanitarias de Estados Unidos para salir a la venta, ya se encuentra en el mercado y estaría presente en las importaciones de 752 mil toneladas que México realiza cada año, informó Greenpeace.

De acuerdo con la organización, esto ya provocó la prohibición inmediata de exportaciones de arroz de ese país a Japón, y este escándalo llevó a que los precios del grano en la bolsa de valores Chicago cayeran 5 por ciento en un solo día, lo que constituye la baja del precio más severa sufrida en años por este grano.

Esta caída de precio ocurrió el martes, en el primer día de operaciones luego de que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos anunció el viernes pasado el hallazgo de arroz transgénico no aprobado para consumo humano en contenedores de arroz para comercialización en Arkansas y Missouri.

Lo grave de este hallazgo para México es que es el principal importador de arroz estadunidense y hay una alta probabilidad de que en las mesas de los mexicanos se encuentre también este grano no apto para consumo humano.

La Federación Nacional de Productores de Arroz y Greenpeace señalaron que el arroz que ingresa a México, procedente de Estados Unidos, es más barato para el consumidor debido al fuerte subsidio que reciben los productores estadunidenses.

Frente a ello solicitaron a la Comisión para la Prevención de Riesgos Sanitarios, dependiente de la Secretaría de Salud, que atraiga el caso y monitoree el arroz transgénico que no ha sido aprobado para consumo humano.

http://www.jornada.unam.mx/2006/08/24/020n2pol.php

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jueves, agosto 24, 2006


Summary:

- potatoes are a staple food, generally considered wholesome. There can be no market for GM potatoes in the UK. They were rejected by major food companies in the US in 2002, including McDonalds McCain's, Burger King and Pringles. This morning, the British Retail Consortium said UK supermarkets won't be stocking them

- these blight resistant varieties offer little environmental benefit as only 1,300t of the 12,000t of pesticide applied each year to potatoes in the UK is fungicides

- any contamination would be serious as it would result in whole potatoes being GMOs

- the direct risk of GM contamination of normal non-GM food crops via cross-pollination would be less with GM potatoes than the risk from GM cereals or oilseed crops, as potatoes are tubers, not seed. But, as Defra have acknowledged, there is risk of contamination in later years via potato 'volunteers'

- a plot-scale study found a very high rate of cross-pollination, with 31% of plants being hybrids 1km from a GM variety. Normal farm-scale fields would pose a much higher risk of cross-fertilisation.

- moreover, blight resistant varieties like this GM variety pose a much higher risk of GM contamination, as the flowering heads are likely to be left much longer

- there are major health concerns with GM pototoes. Two animal feeding trials, one funded by the UK Government, have found that GM potatoes cause lesions in the gut of animals

- GM potatoes are completely unnecessary. With cnventional breeding of existing potato varieties, non-GM blight resistant varieties are currently being developed and trialled by the organic sector

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martes, agosto 22, 2006

ACTION ALERT: Stop the Destruction of Native Forests, Wildlife Habitat and Indigenous Communities

MAJOR INDUSTRY CONFERENCE ON GENETICALLY ENGINEERED TREES AND INDUSTRIAL TREE PLANTATIONS OCTOBER 10-13, 2006, CHARLESTON, SC

JOIN THE RESISTANCE!

Major actions are being planned to oppose this conference. Join the STOP GE Trees Campaign, Global Justice Ecology Project, Dogwood Alliance and ForestEthics in standing up against the social and environmental destruction caused by GE trees and industrial tree plantations:

Roadshow on Plantations and GE Trees September 17-22

Featuring speakers from Dogwood Alliance, the STOP GE Trees Campaign, ForestEthics and Global Justice Ecology Project on the looming threat to the forests and communities of the U.S. South, Chile and Brazil from GE trees and industrial tree plantations and what you can do to stop it.

* Sunday, September 17 roadshow kickoff in Asheville, NC

* Monday, September 18 event in Charlotte, NC

* Tuesday, September 19 event in Columbia, SC

* Wednesday, September 20 event in Savannah, GA

* Thursday, September 21 event in Conway, SC

* Friday, September 22 roadshow finale in Wilmington, NCTree Plantations Are Not Forests-Public Forum on GE Trees and Industrial Tree Plantations, October 8-9, College of Charleston, SC This forum will feature experts from across the U.S. and Chile who will lead discussions on the social and environmental threats and dangers of and growing resistance to plantations and GE trees, especially in the Global South, with a focus on Chile and Brazil.Plan to stick around until the 14th for some fun actions surrounding the Industry Conference!

The industry conference "Forest Management with Fast Growing Plantations" is being co-hosted by the International Union of Forest Research Organizations, U.S. Forest Service, North Carolina State University and ArborGen. ArborGen is joint research venture comprised of International Paper, MeadWestvaco and New Zealand's Rubicon and is the world's leader in GE trees research and development.

The development and expansion of non-native industrial tree plantations has been so heavily subsidized by national governments--especially Chile's government--that they are literally discriminating against native and natural forests. In the process, these governments are also displacing poverty stricken rural and indigenous communities, destroying their water resources and contaminating their air with toxic chemicals all for the sake of rich foreign markets in places like the U.S., Europe and Asia. Introducing genetically engineered (GE) trees into monoculture plantations will inevitably and irreversibly destroy wildlife, contaminate water and soils, worsen global warming and cause social, cultural and health impacts on rural and forest dwelling indigenous and non-indigenous communities.

Join us in STANDING UP for native forests, wildlife and indigenous communities!

Contact:

STOP GE Trees Campaign:
mailto:
info@stopgetrees.org, http://www.stopgetrees.org
ForestEthics:
mailto:
kim@forestethics.org, http://www.forestethics.org
Dogwood Alliance: mailto:eva@dogwoodalliance.org, http://www.dogwoodalliance.org

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lunes, agosto 21, 2006

La Jornada, México, 19 de agosto de 2006

Meraz coincidencias

Silvia Ribeiro *

Cuando los violentos hablan de paz, y los fraudulentos de legalidad y rectitud, quizás no sorprenda que los encargados de la "bioseguridad" en México llamen a experimentar con maíz transgénico en la propia cuna del maíz. Esto es lo que demanda Marco Antonio Meraz, secretario ejecutivo de la Comisión de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), que reconoció ante la prensa que hay "presiones de las empresas trasnacionales". Como según el funcionario los transgénicos son "inevitables", la solución, afirma, sería desarrollar semillas transgénicas propias. (Angélica Enciso, La Jornada 14/8/06).

Al parecer, para este doctor en biología molecular, la bioseguridad es un problema de nacionalidad, y si el maíz transgénico fuera manipulado en laboratorios mexicanos, las abejas y el viento se abstendrían de cruzar el polen transgénico con el maíz campesino y no se provocarían, por ejemplo, deformaciones como las que han encontrado los campesinos en el grano nativo de Oaxaca y otros estados, o no podrían provocar alergias, como las que se han comprobado en campesinos de Filipinas.

Seguramente Meraz conoce lo que implica desarrollar semillas transgénicas propias: Cinvestav (Centro de Investigación y Estudios Avanzados), institución a la que él pertenece, ha trabajado desde 1991 en el desarrollo de papas transgénicas. Muy propias, sobre todo por los contratos para tal investigación que la institución firmó con Monsanto. El doctor Meraz tal vez no recordaba en el momento de la entrevista que las mismas cinco trasnacionales que controlan todos los transgénicos sembrados a nivel global, de los cuales Monsanto tiene 88%, también poseen las patentes sobre todos los procesos claves para hacerlos, en cualquier parte del mundo. Hasta ahí llega lo de "propias".

Leyendo su declaración sobre las presiones de la industria, es instructivo recordar que Meraz no se veía muy atribulado cuando representaba a México en la tercera Reunión del Protocolo Internacional de Bioseguridad (Curitiba, Brasil, marzo 2006). Allí trabó por varias horas el debate del plenario final, para asegurar que se diluyera la exigencia de un etiquetado que informara claramente si los embarques de granos que llegan de Estados Unidos a México contienen transgénicos. A la vista de delegados de todo el mundo, se vio claramente cómo Carlos Camacho, presidente de Agrobio México (asociación "civil sin fines de lucro" cuyos miembros son las trasnacionales de transgénicos Monsanto, Dupont, Syngenta, Bayer, Dow), le "explicaba" cual debía ser la posición de México en las negociaciones. O hubo muchísima presión o a Meraz no le molestó tanto, porque representó las posiciones de las trasnacionales terca y apasionadamente, pese a que hasta la presidenta de la sesión de este convenio de la Organización de Naciones Unidas trató de aliviarle la presión, pidiendo a México que retirara sus propuestas de última hora que revirtieron todo el debate anterior que hasta ese momento había concluído a favor de un etiquetado claro y obligatorio. En este contexto, "presiones" es una palabra algo sutil, pero sí, son evidentes.

Cinvestav, de dónde proviene el secretario, también fue -por mera coincidencia, seguramente, ¿o quizá por "presiones"?- anfitrión de la reunión donde participaron selectos miembros de la Cibiogem con las trasnacionales Monsanto y Dupont, para acordar lo que luego presentaron como Plan Maestro de Maíz, justificación científico-empresarial de la supuesta "necesidad" de experimentar con maíz transgénico en México. Experimentación que se realizaría con maíz "propio" y patentado de las empresas Monsanto, Dupont y Dow, pero disimulado al público como experiencias en los campos de instituciones públicas como Cinvestav e Inifap (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias). Con este marco, se aprobaron a fines del año pasado siete solicitudes de esas empresas para experimentar con maíz transgénico. Las aprobaciones están suspendidas por ahora, gracias a protestas de muchos y a los amparos interpuestos por Greenpeace, porque no cumplían ni siquiera con las exigencias mínimas de la Ley de Bioseguridad, más conocida como Ley Monsanto, que rige el trabajo del doctor Meraz. Siguen pendientes, y tal como declaró el secretario de la Cibiogem, existen presiones para que se retomen. Directamente de las empresas, o a través de agricultores industriales -y hasta de gobernadores- del norte del país, que pagan (o alguien se los paga) desplegados en los medios para pedir que se aprueben las solicitudes "en el marco del Plan Maestro de Maíz". Su pedido es ignorante (desconocen los pobres resultados de este maíz en Estados Unidos y que inclusive aumentará sus costos), pero sobre todo un insulto hacia más de 85% de los campesinos que verían sus semillas contaminadas.

¿Meras coincidencias? En todo caso, lazos demasiados estrechos de quiénes deberían velar por la bioseguridad del país, en lugar de conciliar intereses con quienes la ponen en riesgo. Hay mil razones que muestran que México no necesita transgénicos, mucho menos en maíz, donde constituye una amenaza contra uno de los acervos económicos y culturales más importantes del país. Con los transgénicos se arriesgan justamente las semillas que sí son definitivamente propias, creadas y cuidadas durante miles de años por indígenas y campesinos, donde además están las claves para seguir desarrollando las variedades que necesitamos, sin riesgos para la salud y el ambiente. Ellos son los verdaderos maestros del maíz, cuyas preocupaciones y conocimientos deberían ser oídos y priorizados, en lugar de seguir haciéndole el juego a las pocas empresas que van por el control monopólico de las semillas, en México y en el resto del mundo.

* Investigadora del Grupo ETC

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domingo, agosto 20, 2006

Study: Monsanto's Genetically Engineered Grasses Will 'Wreak Havoc' on Native Species


Escaped GM grass could spread bad news


Nature, August 11, 2006

An escaped strain of transgenic grass bred for golf courses could wreak havoc on native grassland species in the northwestern United States, ecologists are warning.

The strain, which was growing in a test plot in Oregon and hadn't yet been approved for use by the US Department of Agriculture (USDA), has now been detected in the wild, up to 3.8 kilometres outside the test area. While the transgenic component of the plant might not in itself pose a problem, the hardy strain could replace many other native grasses if it gains a foothold, ecologists say
(Esto lo recibí de Javiera Rulli, del Grupo de Reflexión Rural de Argentina)

¿LA SOJA, CULTIVO RESPONSABLE O SUEÑO DE EMBAUCADOR?


Ante las opiniones a favor o en contra del sistema de producción de la soja en nuestro país, que se basa fundamentalmente en la expoliación de los recursos naturales, contaminación de cursos de agua, intoxicación y expulsión de comunidades tradicionales e indígenas, uso intensivo de agrotóxicos y fertilizantes sintéticos y la concentración de beneficios en una minoría de la población; los programas de Agroecología, Biodiversidad y Desarrollo Rural del Centro de Estudios y Formación para el Ecodesarrollo – Alter Vida miembros de la Red de Ongs Ambientalistas del Paraguay –ROAM y de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina- RAP-AL exponen su rechazo a las manifestaciones de la sustentabilidad o responsabilidad del cultivo de la Soja. La realidad del impacto socio-ambiental y económico que causa el cultivo de la soja, tanto el convencional como el transgénico no reúne mínimos parámetros para hablar de sustentabilidad y mucho menos de responsabilidad.

En ese sentido, los supuestos beneficios macroeconómicos a los que se refiere el sector empresarial sojero, sólo son posibles, porque los costos sociales y ambientales de la producción no les son imputados, sino que los asumen todos los que viven en este país, en un claro caso de privatización de beneficios y socialización de perjuicios.

En Paraguay, en el año 2005 el sector agrícola tuvo una participación del 17,2% en la generación del PIB, en donde el sector sojero aporta entre el 8 % y 10 %. En cuanto a la expansión de la frontera de la soja en los últimos años ocupa aproximadamente entre 2.000.000 a 2.500.000 has. El sector sojero se acredita estos logros y se autoerige en benefactor de la economía nacional. No obstante, el impacto de la producción de soja sobre la realidad del campo es innegablemente negativo (migración, contaminación, deforestación, desplazamiento del sistema de producción familiar campesina).

El impacto negativo sobre la salud y el ambiente

La alarmante cantidad de agrotóxicos que ingresan en nuestro país para la producción de la soja, da cuenta de un vertimiento de 24.000.000 litros y 1.460.000 Kgs de agrotóxicos aproximadamente en nuestro territorio.

Entre los plaguicidas usados en la soja, también se encuentran algunos situados dentro de la “franja roja”, o sea, considerados como sumamente peligrosos y muy peligrosos, según la clasificación de la Resolución 295/03 del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Entre estos se encuentran el Paraquat, contra el cual no existe antídoto para casos de intoxicación, el Metamidofos, que tiene la capacidad de reducir el número de espermatozoides y la viabilidad de los mismos en varones expuestos al él, y el Endosulfan, catalogado como teratogénico (capaz de ocasionar malformaciones en niños recién nacidos cuyas madres hayan estado en contactos sucesivos con el producto) por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos –EPA.

Los costos de producción de soja en Paraguay se sitúan entre los más bajos del mundo, la razón principal es que el modelo de producción extensivo-agroexportador no asume los costos ambientales y sociales. Mientras, las utilidades generadas por la producción y exportación de la oleaginosa son reinvertidos en la expansión de la frontera de la soja y en el financiamiento de estilos de vida suntuarios de los sectores involucrados.

Caso emblemático

Para Alter Vida, son evidentes y muy demostrables los efectos adversos del cultivo empresarial de soja en el Paraguay y sus consecuencias, incluso criminales. En ese contexto, se debe mencionar el caso que llevó a la muerte al niño Silvino Talavera ocurrido en el Departamento de Itapúa, quien habitaba en una comunidad sobre el que se aplicaban agrotóxicos indiscriminadamente al estar rodeado de sojales.

Generan ínfimos puestos de trabajo

La producción de soja genera un número ínfimo de puestos de trabajos rurales directos, como consecuencia de la mecanización de las labores de cultivo y del empleo masivo de plaguicidas. Esta drástica pérdida de empleo para muchas comunidades rurales, obliga a sus integrantes, muchas veces los más productivos, a migrar y vender sus tierras a los grandes productores, los que siguen cultivando soja y de esa forma continúan generando impactos socioeconómicos y ambientales con consecuencia grave para el país.

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sábado, agosto 19, 2006

FOR IMMEDIATE RELEASE August 18, 2006

Contacts: Bill Freese, 202-547-9359 x14; Rebecca Spector, 415-826-2770 x301


Unapproved, Genetically Engineered Rice Found in Food Supply

USDA and FDA Unaware of Identity, Location or Number of Contaminated Products

Citing Past Contamination and USDA’s Illegal Activities, Center for Food Safety Calls for Moratorium on Genetically Engineered Crop Field Trials

Late today in a webcast, the U.S. Department of Agriculture (USDA) announced that an unapproved, genetically engineered rice known as LL601 was found contaminating commercial long-grain rice supplies, according to information supplied by the developer of the rice, Bayer CropScience. The presence of LL601 in the food supply is illegal, as it has not undergone USDA review for potential environmental impacts required prior to marketing, nor review by the U.S. Food and Drug Administration (FDA) for possible harm to human health. LL601 is genetically altered to survive application of the powerful herbicide glufosinate, and was field-tested under permits granted by the USDA from 1998 to 2001.

In the webcast, Secretary of Agriculture Mike Johanns professed ignorance as to how much rice was contaminated, which rice products were involved, or where the contaminated rice was found. Bayer informed USDA of the contamination on July 31st, 2006, based on test results reported to the company by a rice merchandiser. USDA officials stated that rice contaminated with LL601 will not be destroyed. Though Bayer does not intend to market the rice, the company will apply to USDA for marketing approval of LL601, apparently in an effort to limit its liability for the episode. Bayer reportedly stopped development of LL601 for unknown reasons in 2001.

“Once again, USDA has demonstrated its inability to keep experimental and potentially hazardous genetically engineered crops out of the food supply,” said Bill Freese, science policy analyst at Center for Food Safety. “Until USDA gets its act together, we recommend a moratorium on all new permits for open-air field testing of genetically engineered crops not permitted in the food supply.”

“The USDA is an agency out of control,” said Andrew Kimbrell, executive director of Center for Food Safety. “USDA’s continuing failure to adequately regulate and monitor field testing of genetically engineered crops clearly puts the environment and public health at risk.”

Kimbrell points to an August 10th decision by a federal district judge in Hawai’i, who ruled that USDA violated two federal laws in granting permits to grow drug-producing, genetically engineered crops in Hawai’i. The judge said the USDA acted “arbitrarily and capriciously,” and in “utter disregard” of the Endangered Species Act.

In late 2005, the USDA’s own Inspector General issued a scathing report detailing numerous violations of agency rules in regulating genetically engineered crop field trials. USDA officials did not know the locations of many field trials it was charged with regulating, and did not conduct required inspections of others. In 2002, the National Academy of Sciences also criticized serious deficiencies in USDA’s regulation of genetically engineered crops.

Since 1996, the USDA has granted at least 48 permits authorizing Bayer or companies it has since acquired (Aventis, AgrEvo) to plant over 4,000 acres of experimental, genetically engineered (GE) rice. The extent to which pollen or grains from these field trials have contaminated commercial rice or related weedy species such as red rice is unknown. USDA policies do not provide for the testing of fields adjacent to field test sites to detect possible contamination with the experimental genetically engineered crop.

Overall, USDA has issued permits authorizing field tests of over 100 genetically engineered crops on roughly 50,000 sites on more than half a million acres since 1987.



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viernes, agosto 18, 2006


* News Release, Action Group on Erosion, Technology and Concentration, August 16, 2006


In a quest to expand its corporate seed empire - Monsanto, the world's largest seed enterprise - announced yesterday that it will buy the world's leading cotton seed company, Mississippi-based (USA) Delta & Pine Land, for US$1.5 billion. Monsanto and Delta & Pine Land (D&PL) together account for over 57% of the US cotton seed market. With D&PL subsidiaries in 13 countries - including major markets such as China, India, Brazil, Mexico, Turkey and Pakistan - the takeover means that Monsanto will command a dominant position in one of the world's most important agricultural trade commodities and that millions of cotton farmers will be under increased pressure to accept genetically modified (GM) cottonseed.

"This merger," says Ibrahim Coulibaly, President of the National Coordination of Peasants' Organizations of Mali, "guarantees an intensification of the already immense political pressure on West African governments to accept genetically modified seeds. Delta & Pine Land couldn't exercise the kind of clout Monsanto can. This deal is a major threat to our farmers and food sovereignty. African farmers' groups and civil society organizations need international support to resist the pressure of multinational corporations and USAID on African governments to adopt GMOs."

Sterile Cotton Bolls: Delta & Pine Land is notorious for its early development, with the US Department of Agriculture, of Terminator technology - plants that are genetically modified to produce sterile seeds at harvest. Despite massive opposition from farmers, civil society and many governments, Delta & Pine Land has repeatedly vowed to commercialize the technology and declared that their primary market would be in Africa, Asia and Latin America. The company claims that it is already growing genetically modified cotton and tobacco containing Terminator genes in greenhouses.

Over 500 organizations worldwide have called for a global ban on Terminator Technology, asserting that sterile seeds will destroy the livelihoods and cultures of the 1.4 billion people who depend on farm- saved seed. In March 2006, governments at the biennial meeting of the UN Convention on Biological Diversity unanimously re-affirmed and strengthened the international moratorium on field testing and commercialization of Terminator seeds.
http://www.etcgroup.org/article.asp?newsid=556

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El consumo de soja en Argentina se presenta como la solución al hambre. Se promociona como el alimento perfecto. Pero la dura realidad la revela como una trampa: los niños pequeños alimentados a soja no podrán asimilar hierro, calcio o zinc, y su sistema hormonal será desequilibrado. Su desarrollo intelectual será menor que el resto de los niños. Las embarazadas que consumen soja como dieta base, tendrán problemas en el sistema hormonal de su bebé y de ellas mismas

Y los adultos, que creímos en el espejismo de la soja (transgénica o no) incorporamos dosis hormonales fortísimas y nos exponemos a la baja de las defensas y a complicaciones de alergias.

En verdad: somos las víctimas de la necesidad de las multinacionales de ubicar la soja con la que el primer mundo alimenta al ganado. Un cultivo que avanza imparable sobre el monte nativo y las producciones biodiversas.

******

La soja ha desembarcado en Argentina hace década y media, de la mano de un poderoso aparato de prensa, que la ubicó en el sitio del “alimento ideal”.

Su cultivo implica un gravísimo problema ambiental para los ecosistemas en los que se implanta, provocando la pérdida de biodiversidad, el empobrecimiento de los suelos, la reducción del monte nativo, y el aumento de las escorrentías debido a la la falta de retén natural. Y que ha generado un histórico éxido rural. Dirá el Foro por la Tierra y la alimentación que se trata de “un modelo que ya ha expulsado más 200.000 agricultores, trabajadores rurales y sus familias. Una agricultura que es sólo un paso de mediación en la reproducción del capital financiero, el cual invierte en el recurso tierra extrayéndole todo su potencial rentable hasta agotarlo; expulsa a los agricultores, y se va hacia nuevos destinos más lucrativos, dejando un desierto a sus espaldas”.

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miércoles, agosto 16, 2006



Los transgénicos no son una solución al hambre del planeta


«Frente a quien mantiene que la agricultura ecológica es un capricho de niños ricos, sostenemos que el capricho de los niños ricos es el de aumentar la cuenta de resultados de sus empresas»

PATXI COIRA/PORTAVOZ DE EZKER BATUA-BERDEAK EN JUNTAS GENERALES DE GIPUZKOA

Se calcula que para el 2025 seamos 8.000 millones de habitantes en el mundo. Alimentar a semejante población es todo un reto y algunos intentan vendernos las semillas transgénicas como una de las posibles soluciones al hambre del planeta. Así opinan científicos como Pilar Carbonero, bioquímica e ingeniera agrónoma que, en un medio de comunicación guipuzcoano, afirmaba que la agricultura biológica es un capricho de niños ricos. Carbonero también sostenía que todos los riesgos achacados a los transgénicos existen desde el nacimiento de la agricultura, hace 10.000 años.

En mi opinión, puede ser demasiado arriesgado comparar los cambios en mejora genética de los últimos 20 años con los producidos en los últimos diez mil. Es evidente que los grandes cambios se producen ahora, tanto en el clima como en la mejora genética.

Por ejemplo, la media de emisiones de carbono de un estadounidense es ahora de 5.500 kilos al año, mientras que en los últimos diez mil años ha sido de 35 kilos.

En lo que respecta a la mejora genética, los cambios también son ahora brutales. Como muestra un botón, la doctora en Ciencia Animal Temple Grandin relata en su libro "Interpretar a los Animales", la reciente aparición en granjas avícolas americanas de gallos que, en su "mejora genética", han perdido el hábito del cortejo y cuando ven una gallina la atacan y la matan.

También la aparición en las granjas de pollos con las patas rotas por el excesivo peso, es una consecuencia de la mejora genética. Estas consecuencias son inéditas en la historia de miles de años de ganadería. Jamás han existido pollos asesinos ni pollos cojos en los procesos de mejora de razas avícolas.

Respecto a los organismos genéticamente modificados, existen indicadores que señalan nuevos efectos colaterales de las semillas transgénicas. México, cuna del maíz, tuvo que soportar la bioinvasión en sus cultivos tradicionales de genes extraños introducidos por las exportaciones de los Estados Unidos.




El peligro de la desaparición de la biodiversidad y la pérdida de fertilidad del suelo son consecuencias colaterales de la agroindustria que representan los transgénicos. Una agricultura que ya ha convertido cientos de hectáreas de suelo fértiles de los valles de California en eriales. Sin ir tan lejos, se calcula que el 16% del suelo agrícola de Andalucía se ha perdido como consecuencia de la agricultura industrial.

Asimismo, hoy persisten las dudas sobre las consecuencias sanitarias de los transgénicos, a pesar de que multinacionales como Monsanto o Bayer miran con malos ojos las precauciones que hemos tomado más de 50 regiones europeas, incluida la CAPV, al prohibir el cultivo de dichas semillas. Estos cultivos han crecido un 20% en 2004 respeto a los años anteriores y hoy los alimentos que todos consumimos tienen ingredientes genéticamente modificados.

Pese al desarrollo y extensión de los OGM, soja, arroz, maíz y trigo, fundamentalmente, y sus supuestas bondades, la cantidad de personas que padece hambre pasó de 834 a 852 millones entre 1995 y 2002. El objetivo del Milenio, reducir el nivel de pobreza de 1990 a la mitad en 2015, empieza a ser una quimera.

El hambre en el planeta no se soluciona con la agricultura transgénica que representan lo países ricos, sino con la eliminación de la deuda externa y con la soberanía alimentaria de los países en vías de desarrollo.

Los beneficios del libre mercado que defienden los grandes partidos de la derecha y de la socialdemocracia parecen concentrarse en las 691 personas más ricas del planeta, mientras que quien vive de la agricultura tradicional en los países en desarrollo sufre constantes agresiones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, que protegen sus producciones y no permiten a lo pobres que definan su política agrícola.

Pero esta situación se puede agravar aún más si la Unión Europea impone sus acuerdos agrícolas a los países de África, Caribe y Pacífico para el 2008. Estos acuerdos harían competir al cerealero de trangénicos francés, que cosecha de promedio 1.000 toneladas de trigo por explotación, con el agricultor africano que apenas produce una tonelada de mijo biológico, cuando, además, el primero recibe unos 56.000 euros de ayuda directa y, el segundo, nada.

Hoy, las multinacionales propietarias de las semillas transgénicas, están dispuestas a conquistar los mercados externos y a marginar a la agricultura campesina. Se está destruyendo un modelo agrícola social y ecológicamente sostenible basado en pequeñas explotaciones familiares y concentrado en el mercado interno.

Frente a quien mantiene que la agricultura ecológica es un capricho de niños ricos, nosotros sostenemos que el capricho de los niños ricos es el de aumentar la cuenta de resultados de sus empresas, a costa de destruir personas y ecosistemas en países en vías de desarrollo, y que la mayor perversidad es hacerlo en nombre de la humanidad.
FOR IMMEDIATE RELEASE: August 14, 2006
CONTACTS: Bill Freese, Center for Food Safety, (202) 547-9359 x14
Paul Achitoff, Earthjustice, (808) 599-2436

COURT RULES FEDERAL GOVERNMENT ACTED ILLEGALLY IN PERMITTING FIELD TRIALS OF GENETICALLY ENGINEERED (GE) CROPS IN HAWAI’I

Ruling First Ever on Controversial Drug-Producing GE Crops Manufactured by Monsanto and Others


Honolulu, HI: Citing possible harm to Hawai’i’s 329 endangered and threatened species, a federal district judge has ruled that the U.S. Department of Agriculture (USDA) violated the Endangered Species Act (ESA) in permitting the cultivation of drug-producing, genetically engineered crops throughout Hawai’i. The court found that USDA acted in “utter disregard” of the ESA, and also violated the National Environmental Policy Act (NEPA), by failing to conduct even preliminary investigations prior to its approval of the plantings.

The August 10th decision represents the first federal court ruling ever on “biopharming,” the controversial practice of genetically altering food crops to produce experimental drugs and industrial compounds. Biopharming has provoked the ire of the food industry, public interest groups, and farmers concerned about contamination of foods and the environment with potent drugs, and potential economic losses from adulterated food. The four USDA-issued permits primarily at issue in the case authorized Monsanto, ProdiGene, Garst Seed Company, and the Hawai’i Agriculture Research Center to plant over 800 acres (1.25 square miles) of drug-producing corn and sugarcane at various sites in Kaua’i, O’ahu, Moloka’i, and Maui from 2001 to 2003.

The plaintiffs in the case - Center for Food Safety, Friends of the Earth, Pesticide Action Network North America, and KAHEA (the Hawaiian-Environmental Alliance) - sued the USDA in November 2003. Plaintiffs were represented by Earthjustice and Center for Food Safety.

“This decision shows that regulatory oversight of this out-of-control industry has been woefully inadequate. The agency entrusted with protecting human health and the environment from the impacts of genetic engineering experiments has been asleep at the wheel,” said Paul Achitoff, attorney with Earthjustice.

“The ruling is a clear victory for Hawai’i’s environment,” said Joseph Mendelson, Legal Director of the Center for Food Safety. “It will help protect the islands from the illegal field-testing of genetically engineered, drug-producing crops.”

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Plaintiffs point to a scathing critique of USDA’s regulation of biopharm and other genetically altered crops issued by the agency’s Inspector General in December 2005 as evidence that USDA continues to neglect its regulatory duties. That report documented numerous violations, including USDA’s failure to record locations of field trial sites and conduct required inspections. In two instances, USDA regulators were unaware that a total of more than two tons of harvested biopharm crop material was stored at uninspected facilities for over a year.

Hawai’i is the nation’s leading state for plantings of experimental, genetically engineered crops, having hosted more than 5,000 such tests from 1987 through 2004, including several dozen biopharm crop trials. Biopharm crops produce substances such as experimental vaccines, growth hormones, blood-clotting and –thinning agents, antibodies, and industrial enzymes. Two high-profile contamination incidents in 2002, in which biopharm corn produced by ProdiGene contaminated soybeans and corn in Nebraska and Iowa, provoked widespread criticism of the practice, which nevertheless continues.

Plaintiffs have also challenged USDA’s practice of concealing the locations of trials from the public, and in most cases not disclosing the substances being grown in the plants.

Judge J. Michael Seabright ordered the parties to appear in court on August 22, 2006, to discuss remedies for the government’s violations.

“We will not rest until the federal government prohibits the irresponsible and hazardous field-testing of drug-producing, genetically engineered crops,” said Andrew Kimbrell, executive director of Center for Food Safety.

Read a copy of the court’s ruling here:
http://www.earthjustice.org/library/legal_docs/hawaii-biopharm-order-81096.pdf
For the USDA Inspector General’s report, see:
http://www.thecampaign.org/USDA_IG_1205.pdf
For more background on biopharming, see: http://www.foe.org/camps/comm/safefood/biopharm/index.html

martes, agosto 15, 2006

GM Sorghum Threat to Local Varieties Across Africa


Biosafety Mailout, 11 August 2006
From Teresa Anderson, Gaia Foundation -
http://www.gaiafoundation.org

Dear Friends and Colleagues,

The application to do research on the modestly named GM "Super Sorghum" was turned down in South Africa due to the risk presented to indigenous African varieties of the crop. The decision by the South African GMO regulatory body has been applauded by organisations such as the African Centre for Biosafety, who point to this as the first instance of the regulators recognising the importance of protecting indigenous crops and acknowledging the risks from cross-pollination with transgenic plants.

According to Dr Florence Wambugu, who led the project, the South African GMO regulatory body apparently refused the application by the Council for Scientific and Industrial Research (CSIR) to carry out transgenic sorghum experiments in greenhouses because of inadequate containment plans.

This leaves us pondering some critical questions. Wambugu suggests that once the application is re-written with stricter biosafety measures, it will be approved. However, if the purpose of the GM sorghum is ultimately for field trials and commercial release, the potential for contamination and destruction of local varieties will still stand. It therefore makes no sense for any future GM sorghum applications by CSIR to be approved. It's possible that Wambugu's positive spin may be a response to the pressures from the the high-profile consortium of international and African groups and the millions of dollars backing from the Bill and Melinda Gates Foundation.

The "Super Sorghum" project planned to do the research in South Africa where regulations on GM crops are the most relaxed in Africa. For the infamously permissive South African GMO regulatory body to ask questions about the wisdom about allowing a GM crop to contaminate local varieties, signals the seriousness of the threat.

Best wishes,
Teresa

****************************************

1. Regulatory Red Light Fuels GM-Research Debate
Article from Engineering News, South Africa. Date: 10 August 2006
http://www.engineeringnews.co.za/eng/news/features/?show=90582

2. GM Sorghum Project Halted by South Africa Due to Concerns Article from the Nation, Kenya. Date: 18 July 2006 Gakuu Mathenge 3. South Africa: SA's Biosafety Regime Article from Business Day. Date: 20 July 2006 http://allafrica.com/stories/200607200253.html

4. South Africa Halts "Super Sorghum" Study
Article from SciDev.Net. Date: 20 July 2006
Ochieng Ogodo
http://www.scidev.net/News/index.cfm?fuseaction=readNews&itemid=2997&language=1

5. South Africa May Reconsider GM Sorghum Permit if Proper Containment is Assured Article from SeedQuest. Date: 3 August 2006 http://www.seedquest.com/News/releases/2006/august/16508.htm

6. Cautiously Sowing the Seeds of Change
Article from Business Day. Date: 02 August 2006
Derek Hanekom
http://www.businessday.co.za/articles/topstories.aspx?ID=BD4A243447

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Transferencia de tecnología de ingeniería genética de yuca en el África

Boletín N° 200 de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos

Tanto en Europa como en Estados Unidos se ha desarrollado procedimientos para hacer ingeniería genética en yuca. Los autores del trabajo que se va a reseñar a continuación, consideran que cualquier desarrollo posterior en el campo de la manipulación genética en yuca, dependerá de la capacidad que tengan los científicos de transferir esta tecnología al África, que es donde este cultivo tiene mayor importancia socio económica. Ellos hacen una descripción de los requerimientos tecnológicos, científicos y económicos para que la ingeniería genética se afiance en el África, y nos preguntamos si los problemas de un continente tan empobrecido como éste no pueden ser resueltos con una tecnología local, que no cree dependencia y no signifique un sacrificio económico tan grande, como el que se requiere para hacer ingeniería genética.

lunes, agosto 14, 2006


The scientific and business community are still struggling to understand the global public rejection of genetically engineered (GE) foods, and with the growing discourse around the risks and disruptive impacts of nanotechnology, many are becoming increasingly worried that history is about to repeat itself. There is a blossoming of reports and conferences that explore 'From bio to nano' and how governments can avoid 'fighting the last war'. PR consultancies and think-tanks are doing a roaring trade in communications advice and 'upstream engagement' tools to minimize the risk of backlash. However, it is becoming clear that virtually all of the issues that have made GE food so controversial are also present with nanotechnology. The only real question that remains for executives and politicians worried about a nano backlash is? when?

In some ways, the outrage over GE was the accumulated and unexpressed outrage over the role of industrial agriculture and chemical companies in our lives for the past fifty years. It was a gut-level reaction that the industrial experiment had gone far enough. When pesticides were first introduced, it was done with little or no knowledge by the general public of the negative effects, and it was done when the modern environmental and consumer movements had yet to develop. However, 40 years after Rachael Carson wrote 'Silent Spring', after 4 decades of creeping revelations about the health and environmental impacts of industrial agriculture, after 4 decades of increasing public skepticism about the impacts of science, the public was not willing to idly accept the next major technological experiment with the environment and with their health.

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Conclusiones del “Encuentro por la biodiversidad contra el modelo sojero en América Latina”

"La crítica de la actual problemática va más allá de la soja, en realidad la reflexión se dirige al modelo económico que reproduce e impulsa prácticas de producción insustentables para el ambiente y la población.. ¡No a los Grandes Agronegocios! ¡No al Monocultivo Industrial! ¡Ni soja, ni forestales ni ningún otro monocultivo! ¡No a los desmontes! ¡No a la expansión de la frontera sojera!" Rosario (Santa Fe-Argentina) entre el 27 y 30 de Junio de 2006

En contra y de forma paralela al III Congreso Internacional Mercosoja 2006, vecinos autoconvocados, estudiantes, ecologistas, investigadores, especialistas en múltiples áreas académicas, docentes, campesinos, productores y artistas realizaron el “Encuentro por la biodiversidad contra el modelo sojero en América Latina” en Rosario (Santa Fe-Argentina) entre el 27 y 30 de Junio de 2006.

El encuentro se realizó identificando como marco principal, las siguientes problemáticas ambientales y sociales relacionadas con el modelo del monocultivo de soja:

1. La expansión de la frontera agrícola y la intensificación del cultivo de soja transgénica. Por ejemplo, para la provincia de Santa Fe y Córdoba el área sembrada con soja transgénica deberá crecer un millón de hectáreas.

2. El incremento en el uso de plaguicidas (insecticidas y herbicidas, principalmente) junto con sus respectivos impactos sobre la salud de la población y el ambiente.

3. Los impactos socioambientales generados por las cerca de 250 obras de ingeniería e infraestructura realizadas y proyectadas sobre el río Paraná. Esto con la idea de intentar convertir el río en una “superhidrovía” para la exportación de soja y minerales desde Brasil, Paraguay y Argentina a ultramar y mercados internacionales.

4. Concentración de tierras en pocas manos (multinacionales, principalmente), desarraigo y desplazamiento de pequeños y mediados sistemas productivos: más de 500.000 personas, campesinos y pequeños productores han perdido sus tierras en los últimos diez años.

5. Pérdida de soberanía alimentaria: El modelo sojero desplaza cultivos tradicionales utilizados para el consumo humano tales como trigo, lenteja, arveja y cebada. Argentina es ahora importador de estos productos, además de algodón y hasta leche.

6. Agotamiento del suelo y pérdida de biodiversidad: el sistema de explotación intensiva de “siembra directa” sin rotación, junto al uso de agroquímicos, arrasa con los nutrientes y la vida del suelo, causando compactación, erosión y desertificación.

7. Mecanización del campo y pérdida de empleos: mientras el cultivo de soja tiene un promedio de un empleado cada 500 has, el de algodón sostiene 50 empleados en esta misma área.

8. Complicidad de las universidades en la reproducción del modelo: en la actualidad la Universidad Nacional de Rosario, principalmente en la Facultades de Biotecnología y Agronomía, la mayoría de las becas rentadas son financiadas por empresas transnacionales de cereales, semillas y pesticidas.

Tras su realización, el encuentro por la biodiversidad concluyó lo siguiente:

1. La crítica de la actual problemática va más allá de la soja, en realidad la reflexión se dirige al modelo económico que reproduce e impulsa prácticas de producción insustentables para el ambiente y la población.

2. La visión del actual modelo es cortoplacista: busca el aumento de la producción en el menor tiempo posible utilizando para ello todos los elementos necesarios. Dentro de este enfoque no se tiene en cuenta los impactos a largo plazo, las generaciones futuras, la salud de la población ni los sectores más vulnerables y afectados.

3. El modelo sojero beneficia a un sector minoritario, es decir, las ganancias económicas quedan en manos de un pequeño grupo económico (multinacionales, particularmente) quedando los impactos y los riesgos por distribuir.

4. Las “externalidades” ambientales, sociales y económicas (o costes económicos no reconocidos en el mercado) no están siendo tenidos en cuenta dentro de la política económica actual, conllevando consecuencias desastrosas para la sociedad y el ambiente.

5. Las decisiones de proyectos y políticas con fuertes repercusiones sociales están siendo tomadas a puerta cerrada sin ningún tipo de consulta o participación de la mayoría de la población.

6. Existen estudios que comprueban los riesgos que trae consigo el uso intensivo de agroquímicos en la soja transgénica, los cuales no están siendo tenidos en cuenta ni por el gobierno ni mucho menos por las empresas multinacionales que los comercializa.

7. Con el objetivo de promover una visión crítica y reflexiva en los estudiantes, es importante generar y estimular el debate de este tipo de temas dentro de las universidades. Esto teniendo en cuenta el ingreso del interés corporativo en la formación de los futuros profesionales.

8. Es necesario fortalecer las relaciones entre el campo y la ciudad, entre productores orgánicos, campesinos en resistencia, organizaciones que producen alimentos sanos y a precios justos, con redes de comercialización en la ciudad.

9. Con el objetivo de conocer problemáticas locales y articular acciones entre diferentes organizaciones, recomendamos la realización de encuentros y debates en cada una de las ciudades, pueblos y/o comunidades que se encuentren afectados por el monocultivo de soja transgénica.

Por lo anterior, y con ánimo de que este encuentro haya servido como un aporte al fortalecimiento de un movimiento en resistencia, crítico al modelo sojero que se está implementando en Argentina, Paraguay, Brasil, Uruguay y Bolivia, exigimos:

¡No a los Grandes Agronegocios (Cargill, ADM, Bayer, Monsanto, Nestlé, etc)!
¡No al Uso de Biocidas (Insecticidas, fungicidas, Herbicidas)!
¡No al Monocultivo Industrial! ¡Ni soja, ni forestales ni ningún otro monocultivo!
¡No a los desmontes! ¡No a la expansión de la frontera sojera!
¡No a la “Hidrovía” Paraná-Paraguay! ¡Sí al Río Paraná-Paraguay VIVO!
¡Sí a un debate público y democrático sobre el desarrollo sustentable!

Más información: hambresoja2006@yahoo.com.ar