viernes, junio 30, 2006

256-1-1


Congreso peruano aprobaría Ley de Biotecnología que promueve la producción y comercialización de transgénicos


En la Agenda del Congreso de la República se encuentra para su debate los días 27 y 28 de junio, el Proyecto de Ley Nº 12033, Ley de Promoción de la Biotecnología Moderna en el Perú, donde se propone declarar de necesidad y prioridad nacional el desarrollo de la biotecnología moderna y sus aplicaciones como factores fundamentales para la competitividad, el desarrollo económico y el bienestar del país.

Este proyecto de Ley es de la autoría de la Congresista Doris Sánchez quien como portavoz del Partido Perú Posible del Congreso, ha logrado que esta se incorpore en la agenda a pesar que no hay un dictamen al respecto de la Comisión de Educación, Ciencia, Tecnología, Cultura y Patrimonio Cultural. Sin embargo, la Junta de Portavoces acordó la prioridad de este proyecto de ley en el pleno.

Este hecho es sumamente alarmante, ya que las organizaciones ambientales tienen serios cuestionamientos al mencionado proyecto de ley, porque está orientado a promover la introducción de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM’s), también conocidos como “transgénicos”, y porque no considera los siguientes aspectos:

·Riesgos al ambiente como la contaminación genética de cultivos tan importantes como el maíz y la papa y de esta manera afectar nuestra biodiversidad. En el caso de la papa, el Perú es centro de origen de este importante cultivo.
·Riesgos a la salud de consumidores dada la incertidumbre acerca de los impactos que puede generar el consumo de alimentos transgénicos en el corto y largo plazo.
·Implicancias sociales y económicas en cuanto a la introducción de los OGM’s y su impacto en los agricultores dada la generación de la dependencia de semillas por parte de las transnacionales que comercializan este insumo.

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Asimismo, existe un desconocimiento de los principales afectados por esta iniciativa, como son las asociaciones y gremios de agricultores y comunidades campesinas; así como los consumidores; ya que con esta ley se estaría permitiendo la producción y comercialización de los transgénicos, que a nivel a mundial tiene serios cuestionamiento por parte de los consumidores debido a los posibles riesgos a la salud humana.

Por esta razón, la RAAA pide a los Congresistas de la República y especialmente a la Comisión de Ciencia y Tecnología que observen y desestimen la aprobación de esta iniciativa, dado que afectaría a la población y especialmente a los agricultores, lo cual merece un debate amplio, donde participen diversos actores de la sociedad civil y no una aprobación repentina a espaldas del sentir de un sector de la población marginada en el debate. www.ecoportal.net

Mayor información:
Unidad de Incidencia Política RAAA
Telf: 3375170 – 4257955
Cel. 93724216

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La verdadera alternativa

Comentario del Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico

Jueves 8 de junio 2006


LA AGRICULTURA ORGANICA ES LA ALTERNATIVA PARA PUERTO RICO

Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico se ve obligado a comentar el reportaje de portada de la Revista Negocios de El Nuevo Día del pasado domingo 4 de junio. Titulado "A Vender el Paraíso Biotecnológico", el reportaje hace alabanzas a los supuestos beneficios de las inversiones de compañías biotecnológicas en Puerto Rico.

Un segundo artículo sobre el tema en la página 13 se dedica a la biotecnología agrícola, es decir cultivos transgénicos. El redactor entrevista a una representante de Monsanto en Puerto Rico, Lucy Cruz, quien nos sirve el discurso propagandístico de la industria biotecnológica.

No daremos una disertación detallada sobre por qué los transgénicos son inherentemente peligrosos. Ya eso lo hizo Carmelo Ruiz Marrero, director del Proyecto de Bioseguridad, en su libro "Balada Transgénica" y en escritos más recientes.

Pero ofrecemos un botón de muestra: En el año 2003 una veintena de destacados científicos de siete países, que abarcan las disciplinas de agroecología, agronomía, biomatemática, botánica, química médica, ecología, histopatología, ecología microbiana, genética molecular, bioquímica nutricional, fisiología, toxicología y virología formaron el Grupo de Ciencia Independiente (Independent Science Panel) (http://www.indsp.org/). Esta agrupación presentó un detallado informe sobre los productos transgénicos en el que sostienen que "Los peligros más graves de la ingeniería genética son inherentes al proceso mismo".

Entre los hallazgos del informe:

* Contrario a lo que alegan sus proponentes, no se ha demostrado que estos cultivos sean inocuos. La reglamentación está basada en un enfoque anti-precautorio para apresurar la aprobación de productos a costa de consideraciones de seguridad.
* Los peligros más grandes de la ingeniería genética son- por mucho- inherentes al proceso mismo.
* Ha habido muy pocos estudios creíbles sobre la inocuidad de los transgénicos. Sin embargo, la poca información disponible es preocupante.
* Ya hay evidencia experimental de que el ADN transgénico de plantas puede ser absorbido por bacterias del suelo y de los intestinos de sujetos humanos.
* Se sabe que el ADN transgénico puede sobrevivir las enzimas y ácidos del sistema digestivo y saltar al genoma de células mamíferas, raising the possibility for triggering cancer.
* Hay un historial de tergiversación y supresión de evidencia científica en aras de promover la biotecnología agrícola. Experimentos claves no fueron realizados, o fueron mal realizados y luego tergiversados.
* Suficiente evidencia ha salido a luz como para levantar serias interrogantes sobre la inocuidad de los transgénicos. El ignorar esta evidencia puede resultar en daños irreversibles a la salud humana y el ambiente. Por esto, los cultivos transgénicos deben ser firmemente rechazados ahora.


Alternativas las hay de sobra. No hay necesidad de recurrir a los cultivos transgénicos para alimentar a los hambrientos o para vitalizar la economía puertorriqueña. Ni siquiera hay necesidad alguna de recurrir a venenos tóxicos para combatir plagas o causar algún daño ambiental para hacer agricultura.

Una esperanzadora revolución agroecológica está arropando el mundo, en países pobres y ricos por igual. Agrupaciones de sociedad civil, movimientos de base, pueblos indígenas, intelectuales progresistas, científicos comprometidos y muchos otros sectores se están organizando y están educando y movilizándose contra los cultivos transgénicos y en pro de una agricultura socialmente justa y ecológicamente sana. Están en Bangladesh y Francia, en Brasil y Suráfrica, en Estados Unidos y Puerto Rico, luchando por la soberanía alimentaria, la reforma agraria, la preservación de la semilla como patrimonio de los pueblos, y por demostrar que otro futuro es posible. Esta revolución silenciosa se manifiesta en huertos caseros, jardines comunitarios, mercados agrícolas, cooperativas de alimentos, intercambios de semillas, movimientos en pro de la soberanía alimentaria y la reforma agraria, y el auge de la agricultura orgánica.

La agricultura orgánica es un conjunto de prácticas y conceptos encaminados a unir la producción de alimentos saludables con la protección ambiental. En ella se evita el uso de sustancias tóxicas como insecticidas y herbicidas, las cuales han sido científicamente vinculadas a la destrucción ambiental y a enfermedades degenerativas en seres humanos.

Quienes creen que este tipo de producción agrícola no es práctico ni pasará de ser un mercado de nicho especializado no están debidamente documentados. Hoy día 59 millones de acres alrededor del mundo están dedicados al cultivo orgánico, según el profesor Miguel Altieri, entomólogo de la Universidad de California. Nueve millones de estos acres están en Europa: Alemania tiene alrededor de ocho mil fincas orgánicas, mientras que Italia tiene unas 18 mil. La Unión Europea y sus países miembros tienen directrices específicas para ayudar y fomentar este tipo de agricultura. Se espera que para 2010 de 30% a 50% de la agricultura europea sea orgánica. El mercado global de alimentos orgánicos alcanzó los $23 mil millones en 2002.

“Estudios han comprobado que las fincas orgánicas pueden ser tan productivas como las convencionales, pero sin usar agroquímicos”, dice Altieri. “También consumen menos energía, a la vez que conservan los suelos y el agua”. La evidencia muestra de manera contundente que “los métodos orgánicos pueden producir alimentos para todos, y hacerlo de generación en generación sin desgastar recursos naturales”.

Los defensores de la agricultura industrializada y el uso de transgénicos alegan que el agro orgánico no provee los rendimientos necesitados para alimentar la creciente población mundial. Pero cualquier reducción en rendimientos en la producción orgánica es contrarrestada ampliamente por avances ecológicos y de eficiencia. Investigaciones presentadas por el Grupo de Ciencia Independiente demuestran que la agricultura orgánica puede ser comercialmente viable a largo plazo y producir más alimento por unidad de energía y recursos. De hecho, los costos de producción de la agricultura orgánica son a menudo menores que los del agro convencional, y traen ganancias equivalentes o superiores aún sin el sobreprecio usual de los productos orgánicos. Cuando se incorpora el precio alto del producto a la ecuación, los sistemas de producción orgánica casi siempre son más rentables.

"Datos demuestran que con el tiempo las fincas agroecológicas muestran niveles más estables de producción total por área de unidad que los sistemas de altos insumos; producen réditos favorables; proveen suficiente ingreso en proporción a los costos laborales y otros insumos como para tener un nivel de vida aceptable para pequeños agricultores y sus familias; y aseguran la protección y conservación de los suelos y mejoran la biodiversidad", asegura Altieri.

Un estudio sobre proyectos de agricultura sustentable en los países del Sur global encontró que la producción promedio de alimentos por hogar aumentó en 1.71 toneladas al año (73%) para 4.42 millones de agricultors en 3.58 millones de hectáreas, brindando seguridad alimentaria y beneficios de salud a comunidades locales. "Se ha demostrado que el aumento en la productividad agrícola aumenta el suministro de alimentos y sube ingresos, reduciendo por lo tanto la pobreza, aumentando acceso a alimentos, reduciendo la desnutrición y mejorando la salud y niveles de vida", afirmó el Grupo de Ciencia Independiente.

"Los métodos de la agricultura sustentable se sirven extensamente de conocimientos indígenas y tradicionales y enfatizan la experiencia e innovación del agricultor. Esto por lo tanto utiliza recursos locales apropiados, de bajo costo y corrientemente disponibles y también mejora el estatus y autonomía del agricultor, mejorando las relaciones sociales y culturales en las comunidades locales."

Y además, estudios demuestran que en promedio los alimentos orgánicos son más altos en vitamina C, tienen más minerales y compuestos que combaten el cáncer, enfermedades del corazón, y disfunciones neurológicas relacionadas a la vejez, y tienen niveles significativamente menores de nitratos tóxicos.

"Las prácticas agrícolas sustentables han resultado beneficiosas en todos los aspectos relevantes a la salud y el ambient. Además, traen seguridad alimentaria y bienestar social y cultural a comunidades locales en todas partes", concluye el Grupo de Ciencia Independiente. "Hay una urgente necesidad para un cambio comprensivo a nivel global hacia todas las formas de agricultura sustentable."

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Para más información sobre los peligros de los cultivos y alimentos transgénicos, les recomendamos estos escritos de Carmelo Ruiz Marrero:

http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=21124

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=29068



Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico
Edificio Darlington, Suite 703
San Juan, Puerto Rico 00925
Página web: http://bioseguridad.blogspot.com
Contacto: (787) 203-2615, 771-4473

jueves, junio 29, 2006

Comunicado de Prensa / 27 de junio 2006

Grupos de América Latina y África rechazan proyectos de bioseguridad del Banco Mundial y el GEF

Dos proyectos del Banco Mundial, a través del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF por sus siglas en inglés),proponen introducir variedades transgénicas de cultivos como maíz, papa, yuca, arroz y algodón en cinco países latinoamericanos y cuatro africanos, que son centros de origen o diversidad de éstos y otros importantes cultivos básicos. Organizaciones de la sociedad civil advierten que la contaminación transgénica a que se expone a cultivos fundamentales para las economías campesinas es un riesgo inaceptable. Los multimillonarios proyectos son promovidos bajo el disfraz de investigación científica en bioseguridad, pero las organizaciones de ambos continentes llaman a su inmediato rechazo ya que amenazan la soberanía alimentaria y los sistemas de semillas campesinos.

El Centro Africano de Bioseguridad, la Red por una América Libre de Transgénicos y las organizaciones internacionales Grain y Grupo ETC, presentaron un documento analizando dos proyectos del Banco Mundial: West Africa Regional Biosafety Project que afectaría a Mali, Burkina Faso, Senegal y Togo y Latin American Multi-Country Capacity Building in Biosafety, a implementarse en Brasil, Colombia, Costa Rica, México y Perú.

"Aunque se presentan como proyectos de "bioseguridad", abren el camino para introducir cultivos transgénicos que son de fundamental importancia para las comunidades campesinas", afirmó Elizabeth Bravo de la Red por una América Libre de Transgénicos.

Los participantes incluyen instituciones públicas y de investigación de los diferentes países, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT, con sede en Colombia, miembro del Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional, CGIAR) y el Banco Mundial. Entre los asesores del proyecto hay instituciones como Croplife, AfricaBio y el PRRI (Public Research and Regulation Initiative), conocidos órganos de promoción de los cultivos transgénicos ligados a la industria biotecnológica. Las organizaciones de la sociedad civil señalan que al abrir nuevos mercados para los cultivos transgénicos, las verdaderas beneficiarias son las compañías transnacionales que los producen.

Según Grain, "los proyectos responden claramente a una agenda externa a los países. Se trata de una estrategia que hace tiempo aplica el Banco Mundial y el Gobierno de Estados Unidos para armonizar las regulaciones sobre transgénicos a nivel de acuerdos regionales, como una forma para dejar de lado los procesos nacionales que son más susceptibles a la oposición local. La idea es establecer regulaciones favorables a los transgénicos en algunos países clave y luego usarlas como modelo que puede ser impuesto a los otros países de la región, a través de organismos supranacionales. De esta manera se pasa por alto cualquier debate democrático y se abre un gran mercado único para las transnacionales que producen cultivos transgénicos."

Recordando la contaminación transgénica del maíz nativo de los campesinos en México, Silvia Ribeiro del Grupo ETC señala: "El gobierno mexicano no ha hecho nada para impedir la contaminación ilegal del maíz campesino en su propio país. Al contrario, le ha dado impunidad a las empresas con una ley de bioseguridad que es más conocida como "Ley Monsanto", ya que sólo protege los intereses de las empresas transnacionales de transgénicos. El proyecto habla de capacitar a los participantes a partir de "mecanismos basados en la ciencia" para el manejo de la contaminación. Esto no existe en ninguna parte, pero dan una impresión falsa de que es posible legalizar el maíz transgénico en México en forma "segura" , justificando al mismo tiempo que se introduzcan transgénicos en otros centros de origen. Los únicos que pueden contrarrestar la contaminación son los campesinos e indígenas que han sido forzados a desarrollar estrategias para confrontarla."

En el caso de Africa, se trata de establecer cultivos transgénicos experimentales, mientras que el proyecto de América Latina es capacitación para manejar la contaminación de los cultivos. En ambos casos, el supuesto básico de los proyectos es que los transgénicos ya están o serán introducidos en un futuro próximo y que la contaminación será inevitable, por lo que plantean métodos para manejarla, análisis de "costo/beneficio" y formas de enfrentar la opinión pública.

"Los proyectos ignoran la posibilidad de que no se permitan los cultivos transgénicos, tal como han demandado repetidamente las mayorías de los campesinos y población de los países implicados. Si se respetara esta demanda, no habría necesidad de "manejar" la contaminación ni desarrollar costosos aparatos de bioseguridad, porque los cultivos no estarían expuestos a la contaminación" declaró Mariam Mayet de la organización no gubernamental Centro Africano de Bioseguridad.

El desprecio por el debate público auténtico y la opinión de los afectados se refleja de muchas maneras. Ambos proyectos han circulado solamente en inglés, no en francés que es el idioma oficial de los países africanos incluidos en el proyecto, o en castellano y portugués, para el caso de América Latina.

"Es un escándalo que se trate de legitimar la introducción de cultivos transgénicos en sus centros de origen y diversidad, como el maíz en México, la papa y el algodón en Perú o la yuca en Brasil. Aún en arroz, que no tiene centro de origen en el continente, existen cientos de variedades "criollas" que han sido desarrolladas y adaptadas por los campesinos como parte importante de su dieta", dice Germán Vélez de la asociación civil Semillas de Colombia. "Bajo una cobertura de investigación científica, se intenta legitimar la contaminación de estas semillas que son la base de las economías campesinas y finalmente, crear dependencia de las variedades corporativas", continúa Vélez.

Los proyectos también tienen un componente de formación a autoridades y al público. Según éstos, se trata de ligar la discusión de bioseguridad a la biotecnología, para lograr "un discurso público menos alarmista".

"Los proyectos de capacitación en bioseguridad promovidos por el GEF han sido denunciados en todo el mundo como una farsa de participación pública -su objetivo real es promover leyes de bioseguridad que favorezcan a la industria biotecnológica", coincide Eva Carazo, de la Red de Coordinación en Biodiversidad en Costa Rica. En Costa Rica, la Red de Coordinación en Biodiversidad demandó al GEF que no otorgara más fondos para estos fines. Pese al pésimo historial de los proyectos GEF en bioseguridad, ahora vuelven con un proyecto aún más peligroso, porque se trata de cultivos en sus centros de origen".

Los grupos demandan la cancelación de estos proyectos, que aún no han sido aprobados finalmente por el GEF.

El documento completo "Grupos de Africa y América Latina condenan proyectos de bioseguridad del Banco Mundial", se puede descargar en:
www.grain.org
http://www.etcgroup.org/article.asp?newsid=569

Publicado por:
African Centre for Biosafety - http://www.biosafetyafrica.net
ETC Group - http://www.etcgroup.org
GRAIN - http://www.grain.org
Red por una América Latina Libre de Transgénicos - http://www.rallt.org


Por más información, contactar:
Mariam Mayet, South Africa - mariammayet@mweb.co.za, Tel: + 27 83 2694309
Elizabeth Bravo, Ecuador - ebravo@rallt.org, Tel: +593 (2) 254 7516
Silvia Ribeiro, Grupo ETC, Mexico, - silvia@etcgroup.org, Tel: +52 55 5563 2664
News Release / June 27th 2006

Groups in Latin America and Africa call for rejection of World Bank-GEF biosafety projects

Two World Bank projects, with funding from the GEF (Global Environmental Facility), propose to introduce genetically modified crops such as maize, potatoes, cassava, rice and cotton into five Latin American and four African countries that are centers of origin or diversity for these and other major food crops. Civil society organizations warn that DNA contamination from genetically modified crops poses an unacceptable risk to stable crops that are the basis of peasant economies in these regions. The multi-million dollar projects are being promoted under the guise of scientific biosafety research, but civil society organizations on both continents are calling for their immediate rejection because they threaten food sovereignty and farmer-controlled seed systems.

The African Center for Biosafety, the Network for Latin America Free of Transgenics and the international organizations Grain and ETC Group have released an in-depth analysis of two World Bank projects: West Africa Regional Biosafety Project affecting Mali, Burkina Faso, Senegal and Togo; and Latin American Multi-Country Capacity Building in Biosafety, to be implemented in Brazil, Colombia, Costa Rica, Mexico and Peru.

"Although they are presented as 'biosafety' projects, these proposals pave the way for the introduction of GM varieties of staple crops that are of fundamental importance to peasant communities" said Elizabeth Bravo from the Network for Latin America Free of Transgenics.

The project participants include research institutions within the different countries, the International Center for Tropical Agriculture (CIAT, based in Colombia, a member of the Consultative Group on International Agricultural Research, CGIAR) and the World Bank. Project advisors include AfricaBio and PRRI (Public Research and Regulation Initiative), industry-affiliated organizations that are well-known promoters of GM crops. Civil society organizations point out that, by opening new markets to GM crops, it is the biotech industry that is the true beneficiary of the project.

According to Grain, "The projects are clearly driven by an outside agenda. At their core is a long-standing strategy pursued by the World Bank and the US government to harmonise GM crops regulations across regions in order to override national processes that are more susceptible to local opposition. The idea is to establish favourable regulations in a few key countries and then use these regulations as a model that can be imposed on neighbouring countries by regional bodies. In this way, they side-step any possible democratic debate and provide corporations with a large, one-stop shop for their GM crops."

Recalling the DNA contamination of native maize grown by peasant farmers in Mexico, Silvia Ribeiro of ETC Group points out, "The Mexican government has done nothing to hinder the illegal GM contamination of peasant maize in Mexico. On the contrary, they have exempted the companies from responsibility by passing a national biosafety law that is popularly known as the 'Monsanto Law' because it only protects the interests of transnational biotech companies," adds Ribeiro. The World Bank projects, explains Ribeiro, talk about capacity building based on "science-based mechanisms" to manage contamination, but, she says, "This doesn't exist; it is written to mollify critics and give the false impression that it's possible to introduce transgenic maize in Mexico in a 'safe' way, and to demonstrate that GM can be introduced in other centers of origin and diversity in the South. Contamination can only be 'managed' by farmers and indigenous people who have been forced to develop strategies to confront it."

In the case of Africa, the project proposes to conduct experimental field trials of GM crops, while in Latin America, "capacity building" is proposed as the approach to managing crop contamination. In both cases, the underlying assumption is that transgenic crops are already being grown, or will be introduced in the near future, and thus, that contamination is unavoidable. Therefore, the projects aim to develop methods to manage it, along with "cost-benefit" analyses and ways to manage public opinion as well.

"The projects ignore the possibility that GM crops are not allowed, which is precisely what the majority of small farmers and peasant communities in the targeted countries have demanded. If this reality were respected, there would be no need to 'manage' contamination or develop costly biosafety mechanisms because the crops wouldn't be exposed to the risk of contamination," declares Mariam Mayet from the non-governmental African Center for Biosafety.

Genuine public debate and the opinions of the affected communities are widely disregarded in the project proposals. Both project proposals have been circulated in English only, while the official languages of the targeted countries is French in Africa, and Spanish or Portuguese in Latin America.

"It's scandalous that they are trying to legitimize the introduction of GM crops in centers of origin and diversity, as is the case with maize in Mexico, potatoes and cotton in Peru and cassava in Brazil. Even rice, which doesn't originate in our region has been largely adapted by peasants on our continent, becoming an important component of local food," said German Velez, from the Colombian civil society organization Semillas. "Under the guise of 'scientific research' the goal is to legitimate the contamination of seeds that are the basis of peasant economies - and ultimately create dependence on corporate seeds. Clearly, this only benefits the biotech industry," continues Velez.

The project also proposes to educate authorities and the public in order to link the idea of biosafety to biotechnology, and to achieve a "less alarmist public discourse."

"The GEF's so-called biosafety 'capacity building' has been denounced all over the world as a public participation farce - its primary aim is to win biosafety laws that are favorable to the biotech industry," agrees Eva Carazo, from the Biodiversity Coordination Network in Costa Rica. "In Costa Rica, the Biodiversity Coordination Network demanded that GEF stop giving funds for this purpose. But this time GEF is coming back with even more dangerous projects, because this time it's about introducing GM crops in the centers of origin and diversity for those crops," says Carazo.

The groups are demanding the cancellation of the projects, which have not yet received final approval by the GEF.

The full analysis of the World Bank biosafety projects can be downloaded here:
www.grain.org
http://www.etcgroup.org/article.asp?newsid=568

Groups in Africa, Latin America condemn World Bank biosafety projects

Released by:
African Centre for Biosafety - http://www.biosafetyafrica.net
ETC Group - http://www.etcgroup.org
GRAIN - http://www.grain.org
Red por una América Latina Libre de Trasngénicos - http://www.rallt.org


For more information please contact:
Mariam Mayet, South Africa - Email: mariammayet@mweb.co.za, Tel: + 27 83 2694309
Elizabeth Bravo, Ecuador - Email: ebravo@rallt.org, Tel: +593 (2) 254 7516
Silvia Ribeiro, ETC Group, Mexico, - Email: silvia@etcgroup.org, Tel: +52 55 5563 2664

miércoles, junio 28, 2006

Foro contra el Agronegocio: Bolivia - "La actual política de gobierno ha dejado muy claro el no a los transgénicos”


La soja transgénica no para, sigue ganando terreno. Entrevista a Sorka Copa, integrante de FOBOMADE (Foro Boliviano sobre el Medio Ambiente y Desarrollo)

“Como en cualquier otro país de Latinoamérica, en Bolivia también se da la invasión de las empresas trasnacionales como la Cargill y también algo que nos sorprendió mucho al hacer este tipo de investigaciones es la presencia tan grande de los ciudadanos brasileros que están en la parte de Santa Cruz, muy entrometidos en la producción de soja. Llegamos a ver que gracias a la presencia y presión de los brasileros en los anteriores gobiernos es que lograron aprobar la soja transgénica. Ellos tienen el control de las tiendas donde se venden los agroquímicos y las semillas”.

“En Bolivia recién el año pasado se aprobó la soja transgénica. El 70% de la producción de soja corresponde a los pequeños productores; ellos no han adoptado la soja transgénica porque los rendimientos de la variedad transgénica allá no son muy buenos como ha pasado en Argentina.

Mas aún con la actual política de gobierno, se ha dejado muy claro el no a los transgénicos y el apoyo hacia el pequeño productor y más aún a la producción agroecológica.

En este sentido, cabe mencionar que con la firma de los últimos convenios con el gobierno de Venezuela en el marco del Tratado de Comercio de los Pueblos suscrito en junio, se nos permite aumentar la exportación de soja convencional no transgénica.

En el marco de las actividades del Foro sobre Agronegocios, hemos recorrido algunos barrios de la ciudad argentina de Córdoba donde hemos podido ver con sorpresa extensiones muy grandes de soja que han llegado incluso hasta zonas urbanas y periurbanas de Córdoba capital. Vimos vecinos que están sufriendo los riesgos y una serie de patologías por estos agroquímicos que rocían arriba de ellos.

En este Foro contra los Agronegocios nosotros hemos venido a plantear la posición que tenemos como país y también estamos con pequeños productores de la región de Santa Cruz donde incluso hay un municipio, que es el Municipio de San Pedro donde están firmando un convenio con una institución para hacer una producción más agroecológica”.

Fuente: Radio Mundo Real, 23-6-06

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Foro de resistencia

2006-06-26

Foro de Resistencia al Agronegocio:
Un espacio en favor de la vida

Raquel Casiraghi y Angela Ribeiro Vargas/ Minga Informativa de Movimientos Sociales

Del 23 al 25 de junio, en Buenos Aires, Argentina, tuvo lugar el Foro de Resistencia al Agronegocio, como un espacio de discusión que reunió a cerca de 200 delegados/as de movimientos sociales y organizaciones de Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil, Argentina, Chile y Ecuador, para discutir el proyecto político que los agronegocios vienen imponiendo a los países del Cono Sur.

Temas como la producción de biocombustibles en escala industrial, la contaminación mundial, la agricultura industrial y los monocultivos de soya y celulosa fueron debatidos durante los tres días.

Ricardo Carrere, del Movimiento Mundial por los Bosques de Uruguay, dice que la mayor amenaza que sufre la humanidad actualmente es el cambio climático, responsable por la desaparición de comunidades y ecosistemas enteros.

Otro problema destacado por Carrere es la estrategia usada por países como los EEUU -uno de los mayores contaminadores mundiales- que propone un “mecanismo de desarrollo limpio”, que desarrolla la plantación, en gran escala, de árboles para la producción de celulosa. Según Carrere, la verdad de este programa es que realmente es un mecanismo, pero de manipulación de las personas, de los recursos naturales, del territorio, lo cual en nada contribuye para disminuir el nivel de polución.

Carlos Vicente, perteneciente a una de las organizaciones internacionales que integran el Foro, llama la atención sobre la pérdida de conocimientos y de la biodiversidad agrícola, que según él es la mayor pérdida en toda la historia de la humanidad. Las semillas, por ejemplo, que siempre habían sido conservadas por los campesinos y pueblos indígenas, están siendo acaparadas por las grandes empresas que controlan el mercado del agronegocio. De representantes de la vida, las semillas pasan a ser tratadas como mercancías, negociadas bajo la lógica del mercado y sometidas a patentes y modificación genética.

El Foro Social de Resistencia al Agronegocio tiene el propósito, a través del pensamiento colectivo, de compartir experiencias y promover alianzas que fortalezcan la lucha contra la explotación de los campesinos, de la tierra y de las semillas y contra la mercantilización de la vida.

La diversidad de la resistencia

Una de las principales conquistas del Foro fue que consiguió identificar formas de resistencia al agronegocio, en medio de la enorme diversidad que caracteriza a los movimientos sociales latinoamericanos.

Maria Rita Reis, integrante de la ONG brasileña Terra de Derechos, una de las organizadoras del Foro, cree que este fue el primer paso dado en búsqueda de una integración de la resistencia al modelo. Para ella, el hecho de que el encuentro fue propositivo, señalando acciones, mas no determinándolas, es un reflejo de las formas actuales de articulación entre los pueblos. “La gente dice que América Latina es muy diversa, pero solamente vemos que hay grandes diferencias en la práctica. La construcción de una estrategia regional alternativa al agronegocio depende del entendimiento y el respeto de las diferencias entre los pueblos para alcanzar la unidad. Lo cual no es nada facil”, argumenta.

La abogada considera que las diversas formas de organización de la sociedad traen, a la vez, pluralidad y dificultades. “La mayor parte de la resistencia de la sociedad civil de América Latina es estructurada en sindicatos, partidos y organizaciones no gubernamentales. Todos ellos con dinámicas diferentes de los movimientos sociales, que son fuertes en algunos países y no tanto en otros”, relata.

Esta fue la primera edición del Foro Social de Resistencia al Agronegocio, pero los participantes se comprometieron en darle continuidad, transformándolo en un espacio de articulación. En el encuentro, se acordó que cada país cree una coordinación local para fortalecer las discusiones sobre el asunto y crear redes de organizaciones, a fin de traer propuestas concretas para un próximo encuentro en 2007. También se constató la necesidad de elaborar material de formación sobre la problemática.

martes, junio 27, 2006

Suramérica: Foro contra el Agronegocio

Foro contra el Agronegocio: "Que nuestros suelos estén destinados a producir combustibles es ya la condena de que no vamos a producir alimentos"


Entrevista a Carlos Vicente, de GRAIN / Acción por la Biodiversidad: "Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia... han sido tomados como territorios para el monocultivo de soja y para la realización de esos grandes negocios de las corporaciones, que van desde el manejo de las semillas, el manejo de los agroquímicos, hasta crear estos desiertos verdes que tenemos con soja"

Empieza este viernes el Foro contra los Agronegocios en Buenos Aires, capital argentina.

GRAIN es una organización internacional que lucha en defensa de las semillas y el manejo de los recursos genéticos por las comunidades locales y pueblos indígenas, y venimos acompañando este proceso que tiene ahora como momento el Foro de Resistencia a los Agronegocios y que nace del diagnóstico que hacemos muchos de todo el Cono Sur, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia que han sido tomados como territorios para el monocultivo de soja y para la realización de esos grandes negocios de las corporaciones, que van desde el manejo de las semillas, el manejo de los agroquímicos, hasta crear estos desiertos verdes que tenemos con soja.

Lo que queremos es denunciarlo, a Monsanto, Syngenta, y a todas las corporaciones que nos están envenenando, desplazando a las poblaciones campesinas, y nos están invadiendo de transgénicos, y por otro lado, claramente expresar que hay otras posibilidades, que la soberanía alimentaria es una búsqueda real de las organizaciones campesinas y que es muy fuerte como propuesta, porque es lo que realmente necesitan nuestros pueblos, que produzcamos alimentos para todos los que habitamos el cono sur y no soja para alimentar chanchos y gallinas en la Unión Europea o en China.

Al uso de la soja como forraje se le suma la incorporación de la soja y otras oleaginosas para utilizarlas como biocombustibles. Esto es de extrema gravedad, porque sabemos que los requerimientos de combustibles del planeta y del norte son muy altos y que nuestros suelos estén destinados a producir combustibles a partir del aceite de soja es ya la condena de que no vamos a producir alimentos y vamos a seguir avanzando con estos desiertos verdes.

También se agrega la toma de conciencia a partir del conflicto entre Uruguay y Argentina por las pasteras, de lo que es el problema de los monocultivos forestales, que no solo está siendo denunciado en Uruguay y en Argentina, ahora con mucha fuerza en el sur de Brasil, a partir de medidas que tomó el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra contra Aracruz Celulosa, tomando en marzo una plantación de Aracruz y destruyendo sus cultivos forestales como manera de denunciar el desastre que estos monocultivos están produciendo.

La búsqueda de las corporaciones ahora apunta a controlar totalmente las semillas y han logrado hoy en Argentina que la Secretaría de Agricultura limite el uso propio de las semillas, ya un agricultor no va a poder guardar la cantidad de semillas que quiera sino que por una disposición ministerial se limita la posibilidad que un agricultor guarde semillas que era un derecho incuestionable durante toda la historia de la agricultura, y que nuestra ley de semillas permitía, y que la Secretaría de Agricultura limitó para proteger los intereses de las corporaciones que quieren que los agricultores, año a año vuelvan a comprarle semillas.

Las corporaciones intentan imponer las semillas «Terminator», semillas suicidas, semillas que no se multiplican una vez que se han cultivado, semillas muertas y que logramos frenar gracias a la movilización social, pero que debemos estar alerta porque las corporaciones siguen avanzando en la investigación de estas semillas y continuamos en la campaña para que haya una prohibición internacional de las semillas Terminator.

En el norte no quieren más contaminación, por ejemplo con el tema de las pasteras, y hay una política clara de estas corporaciones de trasladar todo lo que es contaminante y a la vez llevar los monocultivos al sur. Uno ve en la Unión Europea que los consumidores quieren comer comida orgánica y rechazan los transgénicos, entonces allá no los quieren y nuestros territorios están destinados a ser el lugar donde se depositen siempre que lo permitamos.

Nuestra lucha es para alertar a la sociedad en general y ojalá en algún momento los gobiernos se dieran cuenta de que no podemos estar en manos de este puñado de corporaciones que son las que dictaminan las políticas en lugar de ser las necesidades de nuestro pueblo.

Fuente: Radio Mundo Real, 23-6-06

GM papaya failure in Hawaii

GE Papaya in Hawaii

26 June 2006
THIRD WORLD NETWORK BIOSAFETY INFORMATION SERVICE

Dear Friends and colleagues,

RE: GE Papaya in Hawaii

We wish to bring to your attention a new report by Greenpeace which concludes that GE papaya introduced in Hawaii since 1998 has been a failure and the prospects for the industry are dim, thus contradicting claims of its success by the GE industry and other GE promoters.

Quoting from statistics from the US Department of Agriculture, the report says that a decade ago in 1995, the gross value of Hawaii’s fresh papaya crop was over US$22 million but today, it has declined by more than half. In 1997, before ringspot virus-resistant GE papaya were sold, farmers received an average of $1.23 per kilogram. In 1998, that figure crashed to $0.89 when traditional buyers of Hawaiian papayas, such as Japan and Canada, rejected the GE fruit. As prices declined, so has production and the area cultivated over the years.

The failures in Hawaii are especially important because GE papaya is being heavily promoted in other countries, especially in Southeast Asia. It is hoped that lessons can be drawn from the Hawaiian experience so that history will not repeat itself in these countries.

The summary of the report is reproduced below. The full document can be downloaded online at: http://www.greenpeace.org/raw/content/international/press/reports/
FailureGEPapayainHawaii.pdf

With best wishes,

Chee Yoke Heong
Third World Network
131 Jalan Macalister,
10400 Penang,
Malaysia
Email: twnet@po.jaring.my
Website: www.biosafety-info.net and www.twnside.org.sg

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THE FAILURE OF GE PAPAYA IN HAWAII

Greenpeace International, May 2006

Summary

The ringspot virus-resistant genetically engineered (GE) papaya introduced in Hawaii in 1998 has been a commercial failure that has propelled the Islands' papaya industry towards collapse.

Fewer papayas are harvested in Hawaii now than at any time in more than a generation, fewer also than during the years when the outbreak of papaya ringspot virus was at its worst. The gross value of Hawaii's fresh papaya crop was higher in 1997, the last year of non-GE production, than it has been in each and every year since.

Since 1998, US citizens have doubled their average consumption of fresh papayas. Yet in Hawaii, the total area of papayas harvested is now less than 600 hectares, a decline of 28% since the GE papaya was introduced. Ten and twenty years ago, nearly twice the amount of acreage was harvested. On average, farmers now receive 35% less per kilogram for their fruit than they did before the GE papaya was released.

Despite these grim statistics from the US Department of Agriculture (USDA), the genetic engineering industry and its allies insist that the GE papaya has been a success. The American Farm Bureau says that it is "a dramatic success for biotechnology" [1] that, Monsanto proclaims, "is credited with saving Hawaii's papaya industry." [2] In reality, genetic engineering has not saved an industry - it has accelerated the decline of Hawaiian papayas. While other market factors have to be taken into account as well, the introduction of GE papaya poses a significant and unique market disadvantage and certainly hasn't saved the Hawaiian industry. Arguably, the only real beneficiaries of the GE papaya in Hawaii are a few large companies in a concentrated industry that frequently relies on tenant farmers who don't own the land that they work.

For organic farmers, GE papayas have been a source of problems. The burden of defending against contamination from GE papaya pollen has been unfairly foisted upon those who seek to produce papayas most sustainably.

The truth about the failures in Hawaii is especially important because of the pressure that the US is exerting on other countries, especially in Southeast Asia, to permit GE papaya on their land. GE papaya promoters such as the United States Agency for International Development (USAID) and the genetic engineering industry association the International Service for the Acquisition of Agribiotech Applications (ISAAA) claim that it has been a success and, based upon that dubious assertion, they urge countries such as Thailand, the Philippines, and Indonesia to open their farms to the genetically engineered fruit.

Yet the 'success' of the GE papaya is largely a fiction dreamed up and promoted by its inventors and by a few large Hawaiian Papaya businesses that have trapped themselves in a cycle of genetic engineering use. If they do not succeed in convincing Asian countries to plant and eat the GE papaya, then the Hawaiian industry will likely continue to spiral downward - a collapse being caused by its own self-inflicted GE experiment. This is due to almost universal consumer and market rejection, with a clear preference for non-GE and organic papaya. There is also, sensibly, no regulatory approval for GE papaya import to key markets, e.g. Japan & the 25 countries of the EU.

Hawaii's papaya industry has a product that consumers do not want and also has strong competition from papaya producing countries in South East Asia or Latin America.

Mexican papaya, for example, is more widely consumed in mainland USA than the Hawaiian one.

© OLGA SHELEGO

Truelsen, J. 2003. Biotechnology saves Hawaii papaya industry. American Farm Bureau News, 26 May 2003.
http://www.fb.org/news/fbn/html/biotechnology.html

Monsanto. Monsanto Hawaii: Agricultural Biotech in the Islands.
http://www.monsanto.com/monsanto/layout/about_us/locations
/us/hawaii/

agr_biotech.asp

accessed 17 January 2006.

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lunes, junio 26, 2006

GEF "biosafety"

Groups in Africa, Latin America condemn World Bank biosafety projects

http://www.grain.org/front/?id=92

26 June 2006

The World Bank is set to secure funding from the Global Environment Facility (GEF) for two projects that will undermine public debate and aggressively drive GM crops into the heart of peasant agriculture. The two projects, one in West Africa and the other in Latin America, will hasten the spread of GM crops into farmer seed systems and even into certain centres of origin.

Harmonise....

The projects are clearly being driven by an outside agenda. At their core is a long-standing strategy pursued by the World Bank and the US government to harmonise regulations for GM crops across regions in order to override national processes that are more susceptible to local opposition. The idea is to establish favourable regulations in a few countries whose governments are open to GM crops and then to use these regulations as a model that can be imposed on neighbouring countries by way of regional policy bodies. In this way, harmonisation side-steps any possible democratic debate and provides corporations with a large, one-stop shop for their GM crops.

The project's preliminary processes have already shown a complete disregard for genuine public debate. There is still no French version of the West African project proposal, even though all of the participating countries are Francophone. In Benin, NGOs participating in an initial project consultation organised by the US consulting firm Market Strategies were presented with the introduction of GM crops as a foregone conclusion. The NGOs were confined to a meeting separated from the previous day's meeting with farmers' organisations and government officials, which they were not allowed to attend. Likewise, in Costa Rica, the World Bank project builds on a GEF funded biosafety process that has already been denounced by the national network of civil society organisations active on biodiversity issues (Red de Coordinacion en Biodiversidad) for its lack of effective civil society participation and for bringing forward a biosafety bill that excluded the network from participation in the National Biosafety Commission, something which is guaranteed by presidential decree.

In contrast, the GM lobby has a direct hand in the World Bank projects, as partners, advisors and even funders. Participants in the projects include CropLife - the main lobby arm of the GM corporations - as well as GM industry front groups like the Public Research and Regulation Initiative and AfricaBio.

Contaminate...

The project's other core objective is to advance the GM industry's on-going strategy of contamination. The projects will facilitate or initiate field trials and pave the way for the commercialisation of GM crops, with a focus on crops that are central to the peasant farming systems in the respective regions. The Latin American project specifically sets out to facilitate the "deployment" of GM crops in the centres of origin for these crops. Contamination will be inevitable, as the World Bank certainly understands. Indeed, the projects assume that the GM crops will be introduced on a large-scale in the regions. Biosafety "capacity-building" in this sense is merely about managing the ensuing contamination.

Usurping sovereignty in West Africa

The West Africa Regional Biosafety Project is a direct descendent of the US Agency for International Development's (USAID) activities in the region and the UNEP-GEF project that came to an end last year. As national debate over GM crops has erupted in the region, leading to a wide variation in national biosafety process, USAID has been aggressively supporting regional biosafety harmonisation and the introduction of transgenic Bt cotton, the main cash crop for West African peasants.

The US government has a three-fold agenda in pushing Bt cotton in West Africa: bringing African support to the small club of GM nations on the international stage; distracting attention from unfair US domestic cotton subsidies; and, securing US corporate control over West Africa's lucrative cotton production. The World Bank project plans to piggy-back on several US Bt cotton projects[1] and use field trials to develop a single uniform model for risk assessment and regulation that can be adopted throughout West Africa.

USAID is also busy supporting biosafety harmonisation initiatives in the region. The Sahel Institute is drafting a regional biosafety framework for Burkina Faso, Mali and Senegal. The West and Central African Council for Agricultural Research and Development developed a $25 million regional project on biotechnology and biosecurity with USAID support that was then approved at a Ministerial Meeting on Biotechnology of the Economic Community of West African States (ECOWAS) in Bamako in 2005. During the Bamako meeting, which was also funded by USAID, the ECOWAS Ministers pledged to harmonise their biosafety regulations within 5 years.

The World Bank project is the next step forward in this harmonisation process. ECOWAS covers a large market, covering all 15 countries of West Africa, but, according to the World Bank, it doesn't have the authority to force member countries to adopt common legislation; it can only make policy recommendations. The World Bank project, therefore, focuses instead on WAEMUa smaller grouping of 8 West African states that has the power to impose the "fast-track adoption" of compulsory "enabling" legislation on its members. As stated in the project proposal: "If WAEMU is able to harmonise national biosafety legislations and later to enforce a decision taken in one country in the other countries, it will drastically improve the investment climate in biotechnology for cash and food crops in the WAEMU area...by diminishing the costs of doing business." Once adopted within WAEMU, the Bank says it will then look to "scale-up" the project to the much bigger market of ECOWAS.

Harmonisation is part of the agenda for the Latin America project as well. The countries in that region were in part selected because of the "political, strategic, future role they might play in biosafety management in their respective regions". Such "harmonisation" is inherently unscientific and contrary to sound biosafety practice. It does not respect even the minimum standards laid out in the Biosafety Protocol because the projects will usurp sovereign rights of countries to take biosafety decisions, on a country-by-country, case-by-case basis. The Protocol envisions that biosafety decision-making take place at the national level, in the context of open and transparent public awareness and participation (Article 23), respecting the rights of local and indigenous peoples (Article 26), and conserving centres of origin and genetic diversity. To be scientifically rigorous and sensitive to local realities, assessments must be based on a country’s specific ecological socio-economic context and they must be informed by genuine public debate. The research required to support effective environmental risk assessments is extensive and long-term, and all countries must have enough policy space to set their own priorities and not be pressured, from a lack of resources and capacity, to adopt those that are reactionary or merely responsive to industry developments.

Destroying food sovereignty in Latin America

The main reason for selecting the five countries involved in the Latin American project is that as a group they are among the most important centres of biodiversity in the world and centres of origin for four of the five crops targeted by the project. This central objective is explicit in the name of the project: "Biosafety in Centers of Biodiversity: Building Technical Capacity in Latin America for Safe Deployment of Transgenic Crops".

There are five crops that the project focuses on: cassava, cotton, maize, potato and rice. Millions of people in Latin America depend on these crops for food, medicine, livelihoods and cultural identity. The rich diversity within these crops that exists in the region is directly attributed to indigenous and peasant farmers’ communities, who have conserved, recreated and utilised the crops and maintained deep cultural and spiritual relationships to them. Maize, potatoes, cotton and cassava make up the most important crops for Mesoamerican, Andean and Amazonian communities. Rice is also an extremely important crop in the region since it makes up an essential part of the basic diet of local communities.

It is impossible to accept the project's purported concern in strengthening the capacity of participating countries to implement the Biosafety Protocol, an agreement dealing with transboundary trade in GMOs, when it focuses mainly on local food crops that are rarely traded across borders in the region . Rather, the real aim here is to push GM crops into the very heart of the region's peasant agriculture and food sovereignty. The project's introduction of GM varieties of these crops will inevitably contaminate traditional varieties and thus pave the way for the destruction of the seed and food systems that indigenous and peasant communities have developed over millennia.

The fierce resistance to GM crops among indigenous and peasant communities in Latin America is rooted in their determination to defend their seed systems from such GM contamination. The World Bank's project is a direct effort to undermine this opposition by putting scientific agencies that have already demonstrated their support for GM agriculture, such as CIAT, the Centre for Cellular and Molecular Biology Research (Costa Rica) and EMBRAPA (Brazil), in charge of developing field test protocols and regulations that can give the veneer of legitimacy to the deliberate GM contamination of farmer seed systems. The national scientific centres participating in the project are even referred to as "ports of entry".

Biosafety hijacked

It's not a big surprise to see governments in Latin America and Africa signing up for these World Bank projects. Few governments are willing to uphold the opposition to GM crops that is expressed by their people, especially when money is on the table and powerful actors like the World Bank and USAID are involved.

These regional projects shift decision-making power even further to international and regional bodies that are removed from local influence and they give undue power to agencies like the World Bank, that are well-known for championing the interests of GM corporations. Such projects make a mockery of the vibrant national and local debates on GM raging around the world.

With another 10 regional biosafety projects supposedly in the GEF pipeline, the gulf between the official decision-makers and the people they supposedly represent could grow even deeper. Once again, real biosafety will have to be secured at the grassroots, in local struggles to keep GM crops out.

[1] Current US programs to introduce Bt cotton in the region include a $7 million "West African Cotton Improvement Programme" that promises to "improve the enabling environment for agricultural biotechnology", a USAID-financed project for field trials of Bt cotton in Mali, and USAID's Bioengineerd Cotton in Africa project.

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[TABLE]

Project: West Africa Regional Biosafety Project
Implementing agencies :
World Bank, West African Economic and Monetary Union (WAEMU)
Participating countries :
Benin, Burkina Faso, Mali, Senegal, Togo
Project: Latin America Multi-Country Capacity-Building in Biosafety
Implementing agencies :
World Bank, International Centre for Tropical Agriculture (CIAT)
Participating countries :
Brazil, Colombia, Costa Rica, Mexico, Peru

The proposals for both projects are available on the GEF website:
http://www.thegef.org/Documents/Council_Documents/GEF_C28/WP.html

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Groups in Africa, Latin America condemn World Bank biosafety projects

Released by:
African Centre for Biosafety -
http://www.biosafetyafrica.net
ETC Group - http://www.etcgroup.org

GRAIN http://www.grain.org

Red por una América Latina Libre de Transgénicos - http://www.rallt.org

For more information please contact:
Mariam Mayet , South Africa - Email: mariammayet(at)mweb.co.za,
Tel: + 27 83 2694309
Elizabeth Bravo, Ecuador
Email: ebravo(at)rallt.org,
Tel: + 593 (2) 254 7516
Silvia Ribeiro, ETC Group, Mexico, - Email: silvia(at)etcgroup.org,
Tel: +52 55 5563 2664

Proyecto GEF

De Acción Ecológica (Ecuador):

Peligroso proyecto GEF sobre bioseguridad en centros de bioversidad de cultivos


El GEF está a punto de financiar un proyecto de capacitación y construcción de capacidades en bioseguridad, usando cultivos transgénicos en sus centros de origen y biodiversidad, lo que pondría en gran peligro la integralidad genética y cultural de la región. Comentarios al Proyecto "Biosafety in Centers of Biodiversity: Building Technical Capacity in Latin America for Safe Deployment of Transgenic Crops"

América Latina es la región con mayor biodiversidad agrícola del planeta. Esta biodiversidad se corresponde con una biodiversidad cultural que está conformada por los pueblos indígenas y comunidades campesinas que han conservado, recreado y utilizado esta biodiversidad, y mantienen una relación espiritual muy especial con ella.

Los países y cultivos seleccionados son:
Brasil. En este país se trabajará con yuca, maíz, papa, algodón y arroz
Colombia: Yuca, papa, maíz, algodón
Costa Rica: Arroz
México: Maíz y algodón
Perú: Papa
CIAT: Yuca, maíz, arroz y algodón

El maíz, la papa, el algodón y la yuca constituyen los cultivos muy importantes para las comunidades mesoamericanas, andinas y amazónicas, y tienen su centro de origen y diversidad en esta región.

El arroz es también un cultivo de gran importancia regional, pues constituye parte de la dieta básica de esas comunidades, y existe una importante diversidad de variedades locales, desarrollada especialmente por comunidades indígenas y campesinas,

La introducción de variedades genéticamente modificadas de estos cultivos en la región, puede tener impactos socio económicos, culturales y sociales muy graves, especialmente entre las comunidades y pueblos indígenas y campesinos ligados a la biodiversidad.

Sin embargo, el Banco Mundial a través del GEF, ha financiado el proyecto Biosafety in Centers of Biodiversity: Building Technical Capacity in Latin America for Safe Deployment of Transgenic Crops.

El paradigma del proyecto es fortalecer la capacidad técnica regional en países que son centros de origen de biodiversidad en la región Andina, Mesoamérica (y Brasil), usando cinco cultivos (yuca, algodón, maíz, papa y arroz) como modelos para desarrollar evaluaciones y gestión de riesgos, y metodologías de análisis costo beneficio para productos transgénicos nuevos, y maximizar la escala económica, por medio de explotar las ventajas comparativas en países participantes.

Este es un proyecto que crea las condiciones técnicas y administrativas para el ingreso comercial de estos cultivos en estos cinco países, y por lo mismo tendrá impactos muy negativos a nivel ambiental y en la biodiversidad regional, ya que a través del comercio de granos y semillas, del flujo de genes y de prácticas culturales, los cultivos convencionales, las variedades tradicionales y los parientes silvestres podrían contaminarse genéticamente. Adicionalmente habrá impactos culturales, sociales y económicos, especialmente para las comunidades indígenas y campesinas que manejan, conservan y usan esta biodiversidad.

Dado que la intención es que esta experiencia sea replicable a otros países, este proyecto puede tener un impacto grave para toda la región, especialmente en los países donde estos cultivos tienen importancia cultural, social y económica, puesto que los cultivos convencionales podrían contaminarse genéticamente, a través del comercio internacional de productos agrícolas, del flujo de genes y de prácticas tradicionales (como llevar semillas de un país a otro).

En el proyecto se propone fortalecer la capacidad técnica en la generación de conocimientos para la evaluación y manejo del riesgo en los 5 países participantes, usando los cinco cultivos mencionados. Como resultado se espera tener métodos estandarizados de evaluación del riesgo, mitigación del riesgo y mecanismos de respuesta a emergencias. En la mayoría de legislaciones de América Latina, la evaluación de riesgo es un pre requisito para el ingreso de transgénicos, y una vez que se libera una variedad transgénica, es imposible frenar la contaminación genética.

El monitoreo del flujo de genes en los 5 cultivos se propone hacerlo utilizando métodos comercial disponibles. ¿Existen métodos para hacer monitoreo a gran escala de cultivos transgénicos en su centro de origen, y en zonas de tan alta diversidad como es América Latina?

Otro componente del proyecto es mejorar el entendimiento de los costos y beneficios económicos asociados con el uso de cultivos transgénicos en América Latina tropical, y mejorar la capacidad técnica de los países de la región para hacer evaluaciones costo/beneficio desde el punto de vista socio económico. La tendencia general del proyecto es poner más énfasis en los beneficios que en los costos, y no se hace mención a los impactos sociales y económicos en las comunidades indígenas y campesinas, a pesar de lo establecido en el Art. 26 del Protocolo de Bioseguridad. Por otro lado, tanto la evaluación del riesgo como el análisis costo/beneficio han sido fuertemente cuestionados por su ineficiencia en predecir y prevenir los riesgos, mucho más aun cuando se trata de realidades tan complejas desde el punto de vista de la biodiversidad y de las poblaciones locales, como es el caso de los países y cultivos que estamos analizando.

Finalmente el tercer componente del proyecto es trabajar en la concienciación pública y comunicación en bioseguridad, partiendo de la presunción que la información que tiene el público en relación con los organismos genéticamente modificados es alarmista y no está basada en la ciencia, y con este proyecto se pretende tener una visión equilibrada sobre los OGM. La intención es cambiar la percepción que sobre los transgénicos tienen los movimientos sociales de América Latina, especialmente de los países donde se va a implementar el proyecto.

Es importante mencionar que como socios del proyecto se incluyen organizaciones que han impulsado la expansión de los cultivos transgénicos sin ninguna regulación, como son el APHIS, FDA, EPA de Estados Unidos, CONABIA de Argentina, Canadian Food Inspection Agency de Canadá y AfricaBio de Sud África.

Un resultado final de este proyecto puede ser que las comunidades campesinas e indígenas, se queden sin alternativas (pues sus semillas están contaminadas) y tengan que recurrir a semillas transgénicas patentadas, que pagar regalías, y aumentar su dependencia a las empresas transnacionales.

Por esa razón creemos que este proyecto no pude ser financiado. Más información: Acción Ecológica / E-mail

sábado, junio 24, 2006

The Myth of Coexistence


By Miguel A. Altieri

BULLETIN OF SCIENCE, TECHNOLOGY & SOCIETY, August 2005

The coexistence of genetically modified (GM) crops and non-GM crops is a myth because the movement of transgenes beyond their intended destinations is a certainty, and this leads to genetic contamination of organic farms and other systems. It is unlikely that transgenes can be retracted once they have escaped, thus the damage to the purity of non-GM seeds is permanent. The dominant GMcrops have the potential to reduce biodiversity further by increasing agricultural intensification. There are also potential risks to biodiversity arising from gene flow and toxicity to nontarget organisms from herbicide-resistant (HT) and insect-resistant (Bt) crops. Unless whole regions are declared GM agriculture free, the development of distinct systems of agriculture (GM and non-GM) will be impossible as GM agriculture emerges at the expense of all other forms of production.

viernes, junio 23, 2006

GE plum

Please forward widely

Alert: Stop the commercial planting of genetically engineered plums-the first temperate GE tree

(Please follow the directions at the bottom of this email to inform the USDA of your opposition to GE plum trees before July 17th. )

The US Department of Agriculture is accepting public comments between now and July 17, 2006 on a petition that would allow commercial growing and marketing of the first genetically engineered (GE) plum trees. If approved, this would remove all regulatory oversight of this GE variety, a virus-resistant plum tree known as the Honey Sweet Pox Potyvirus Resistant plum. This would open the door to GE varieties of many other related stone fruits, such as peaches, apricots, cherries and almonds, that are susceptible to the same virus. Ironically, this virus is not even found in the US today according to the USDA, and is certainly not a significant agricultural problem here.

The USDA admits that this GE plum will contaminate both organic and conventional non-genetically engineered plum orchards if it is approved. Since all commercial plum trees are cultivars that are relatively cross compatible within the same species, Prunus domestica, contamination via GE plum pollen carried by bees and other insects will infiltrate the plum orchards of organic and conventional growers. The proposed buffer zones between GE plums and other plums will not prevent genetic contamination from being spread by pollinating insects.

Because this GE plum tree is also the first genetically engineered temperate tree proposed for commercial planting, it also opens the door to the commercialization of GE varieties of other temperate trees such as poplars, pines, and walnuts.

The one GE fruit tree that has previously been approved, a virus resistant Hawaiian papaya, has caused extensive contamination of organic, conventional and wild papaya orchards on most of the Hawaiian Islands in just a few years. This contamination has spread far more quickly than the USDA predicted in its initial assessment. Once native and cultivated plum varieties are contaminated with transgenic pollen, there is no calling it back.

This petition has implications for all other GE tree species, as the USDA and the industry want to gauge what the public's reaction will be. It is critical that all concerned about the threat of GE foods and GE trees respond to this USDA petition.


[Comments to submit below. Please add any additional comments of your own.]

The following comments are in reference to Docket No. APHIS-2006-0084

I oppose the deregulation of genetically engineered plum trees for the following reasons:
1. Genetic contamination is a serious threat. Flowers and fruit in organic and conventional plum orchards will become contaminated with GE plum genes via pollen transported by bees and other insects that travel many miles in search of pollen. The result is that organic and conventional plum growers will lose their markets for non-GE plums as DNA testing confirms the contamination, as it has with GE papayas in Hawaii. An organic tree might remain organic itself, but the fruit and seeds will become contaminated.

2. The approval of GE plums would be a precedent setting step by USDA, opening the floodgates for more GE trees including fruit, nut, ornamental, and paper-pulp species, as well as trees engineered for soil remediation, and other traits. Approximately 80 species and varieties of trees are currently undergoing gene splicing research and development for commercial use.
3. There is a serious concern about the genetic stability of the inserted genes in GE plum trees. USDA claims that the plum pox viral resistance gene and other inserted genes are sufficiently genetically stable, but the testing has only been performed over ten years and not the entire pollen-producing life span of a plum tree. Over the life of a tree, an RNA virus such as plum pox is susceptible to many cycles of recombination, leading to the creation of new plant viruses that could infect a wide variety of plants. This can also occur with the viral DNA that has been inserted into these plums.

4. The plum pox virus is not currently known to exist in the US as a problem for plum growers. Thus there is no justification for exposing other trees, plants, insects and people to the various hazards posed by GE plums.

5. The deregulatory petition completely ignores potential effects on bees and other pollinator species. There are no studies that would allow us to evaluate the potential hazards of GE tree pollen for a variety of insects, or for consumers of honey. We also do not know how animals and insects that browse on plum leaves might be affected.
6. The USDA's environmental assessment admits that the GE plum readily hybridizes within its species. Thus, there is a significant potential for gene flow into native plum varieties. Wild plum trees are perennial species living for several decades and populations exist in dozens of states from coast to coast. GE plum trees will be long lived, and capable of contaminating orchards and native plum tree populations for several decades. One GE plum tree will be able to produce thousands of GE seeds and extensive quantities of GE pollen, and will be capable of spreading fertile GE plum seeds and pollen into the environment for many years. The petition did not adequately evaluate the relative fitness of GE plum varieties as compared to native plums; it is possible that the GE varieties would become more successful in natural settings, and out-compete non-GE varieties. We challenge the USDA spurious claim that contamination would be positive by reducing potential reservoirs for harboring the plum pox virus in the wild.

7. There has been no short-term or long-term safety testing or feeding trials for toxicity and other adverse effects of the genes inserted into the GE plum trees. GE plums have not been tested on animals, birds or humans for safety. Toxicity tests are necessary since unintended genetic effects are known to occur with gene splicing. USDA has ignored the need for scientific studies of gene splicing and for comprehensive studies of the environmental consequences of GE plantings.

The US Department of Agriculture is accepting public comments between now and July 17, 2006 on the petition to formally deregulate and allow commercial growing and marketing of GE plums.

To submit your comments, send an original and three copies with your name and address to Docket No. APHIS-2006-0084, Regulatory Analysis and Development, PPD, APHIS, Station 3A-03.8, 4700 River Road, Unit 118, Riverdale, MD 20737-1238. If you wish to submit a comment using the Internet, go to http://www.regulations.gov. In the "Agency" box, select "Animal and Plant Health Inspection Service" from the drop-down menu; select "NOTICES" as the Document Type and APHIS-2006-0084 as the "Keyword or ID." Then press "submit" to submit or view public comments as well as the agency's supporting materials; click just beneath "Add Comments" and scroll down to submit your letter.

Feel free to copy and paste any or all of the 7 points above, along with any comments of your own. Please forward this widely among your friends and other contacts.

Thanks for helping us STOP the genetic engineering of trees!
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STOP Genetically Engineered Trees Campaign
http://www.stopgetrees.org

A project of Global Justice Ecology Project
P.O. Box 412
Hinesburg, VT 05461 U.S.
+1.802.482.2689 ph/fax

mailto:info@globaljusticeecology.org
http://www.globaljusticeecology.org


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Biotechnology Project
c/o Institute for Social Ecology
P.O. Box 93
Plainfield, VT 05667
biotech@social-ecology.org

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